Solo falta ingresar a Google y detenerse en el buscador. La palabra “magnicidio” ha sido de las más buscadas a nivel latinoamericano.
Su término es poco común en el lenguaje popular argentino; aunque tras el atentado se ha viralizado. La Real Academia Española define a la palabra magnicidio como la “muerte violenta dada a persona muy importante por su cargo o poder”.
Claramente enmarca en lo acontecido contra la vicepresidenta.
¿Y la pena por esta agresión?
Fernando Sabag fue detenido inmediatamente después del hecho. Entre militantes y custodios lograron retenerlo. La Justicia comenzará a cumplir un rol clave. En las últimas horas la jueza María Eugenia Capuchetti calificó al ataque como “intento de homicidio agravado”.
Más allá de esta denominación el “magnicidio” sigue latente. Desde la legislación penal argentina se desprende que quienes cometieran o intentaran cometer este delito les correspondería pena perpetua, es decir, 35 años de cárcel, más reclusión permanente, sin posibilidades de revisión.
El capítulo judicial recién comienza.