Morena Verri, Brenda Loreley Del Castillo y Lara Morena Gutiérrez -las dos primeras de 20 años y la última de 15- fueron halladas sin vida durante la madrugada del miércoles en una vivienda de Florencio Varela. Según explicó el ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, la principal hipótesis apunta a que el triple femicidio se produjo como parte de una venganza de una organización transnacional de narcotráfico con base en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Hasta el momento hay cuatro personas detenidas, aunque Alonso advirtió que “hay más personas involucradas”.
Para profundizar sobre esta problemática, nos comunicamos con María Claudia Albornoz, integrante de La Poderosa, quien consideró a la violencia narco y las disputas territoriales en barrios populares como determinantes en estos crímenes. “El cuerpo de las mujeres es botín de guerra para las diferentes bandas. Estas tres chicas quedaron atrapadas en esa venganza”, explicó Albornoz, señalando que la situación trasciende lo individual y refleja conflictos estructurales.
Albornoz, sostuvo que tanto la desigualdad social como la económica potencian el avance del narcotráfico en los territorios donde el Estado desaparece, “cuanto más cagado de hambre estamos todos, el narcotráfico entra mucho más fuerte y hoy nos estamos pareciendo a países como México o Colombia, donde las bandas manejan la seguridad”.
La referente social detalló cómo los narcos menores operan dentro de los barrios populares, ofreciendo préstamos y controlando recursos básicos: “Hoy los narquitos del barrio también funcionan como prestamistas, porque muchas personas no tienen trabajo registrado ni acceso a créditos bancarios. Sobre todo las mujeres se endeudan para cubrir necesidades básicas, y ellos aprovechan esa situación para sacarles provecho”.
Marchas, reclamo de justicia y la importancia de lo que queremos comunicar
Ayer se realizaron movilizaciones en distintos puntos del país para visibilizar el horror del triple femicidio y exigir justicia.
La negra participó en la marcha de Plaza Flores y relató el impacto de los hechos en los familiares, “el abuelo no entendía lo que estaba pasando, todavía estamos esperando el momento para que pueda hablar. Le está llegando muchísima información y tenemos que tener cautela porque sabemos lo que duele”. La referente destacó la importancia de acompañar a las familias en su dolor y de mantener el respeto por su intimidad.
La movilización continúa, con una convocatoria prevista para el sábado, que partirá de Plaza de Mayo hacia el Congreso, bajo la consigna “Ninguna vida es descartable”. Esta manifestación busca visibilizar el horror de los hechos y exigir justicia, al tiempo que refuerza el rechazo social a la violencia de género y a la impunidad.

Albornoz también criticó el tratamiento de los grandes medios de comunicación, acusándolos de difundir la información sin respeto por las víctimas ni por sus familias. “Nosotros, como periodismo comunitario, hacemos este trabajo desde las entrañas, porque conocemos lo que se siente cuando te matan a un familiar. Todavía tenemos respeto, cosa que no han tenido los medios grandes, los hegemónicos, que han hecho barbaridades”, afirmó.
En este sentido, evidenció la falta de sensibilidad y el desconocimiento de las recomendaciones del movimiento feminista para cubrir femicidios termina perjudicando a las víctimas y sus familias, “no hay víctimas buenas ni malas, sin embargo, se han cometido verdaderos desastres en la manera de informar”, agregó, subrayando la necesidad de cautela y conciencia al comunicar estos hechos.
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