Pablo Hilbert contó que en el año 2019, y después de mucho andar, un neurólogo en Buenos Aires les sugirió una nueva terapia de rehabilitación neurocognitivo y motora, “para estimular justamente las distintas áreas del cerebro que Andrés necesita para poder desarrollarse y mejorar su calidad de vida”.
“Andrés tendría que comenzar su quinta etapa de rehabilitación y estamos rogando, que pueda recién seguir con la tercera”, reclamó su padre.
Hilbert contó que si bien ya ganaron dos amparos judiciales, uno de ellos con sentencia firme del 6 de diciembre de 2024, que obligan al IAPOS a hacerse cargo del tratamiento. Sin embargo, en marzo se presentó el pedido para las 20 sesiones de rehabilitación, en mayo se presentó el presupuesto, pero hasta ahora la obra social provincial no ha dado respuesta.
Esta demora les impide no sólo conseguir el turno, sino también acomodar la rutina familiar para estar un mes en Buenos Aires. Hilbert detalló que el IAPOS ya recibió 4 intimaciones para que se haga cargo del tratamiento, pero sin respuesta.
La familia Hiilbert espera comenzar el tratamiento de Andrés, que cuesta alrededor de 28 millones de pesos, en los primeros días de setiembre. Pero hasta hoy siguen esperando, con el consabido desgaste emocional. “Nuestro reclamo es justo y es un derecho también, porque cualquier chico con discapacidad tiene un derecho adquirido”, dice Pablo Hilbert.
Es de hacer notar que cuando el tratamiento no tuvo continuidad, Andrés bajó un 50% su capacidad cognitiva. Hilbert ecuerda también que la Ley de discapacidad prevé que “el estado se tiene que hacer cargo y las obras sociales tienen que tener cobertura para la gente con discapacidad”.
“Estamos a la espera de tener una buena noticia. Andrés no puede perder el turno asignado el 8 de septiembre y si lo pierde ya tendría que tomar otra decisión a nivel judicial”, concluyó Pablo Hilbert
