Desde este domingo por la tarde, Santa Fe y la región se encuentran bajo un alerta roja por altas temperaturas emitido por el Servicio Meteorológico Nacional. Se trata de una situación de extremo peligro para la salud que puede afectar inclusive a las personas saludables. Se recomienda el uso de ropa liviana y clara, no exponerse al sol en los horarios picos y mantenerse hidratado.

La situación fue advertida por los madrugadores que al enfrentar el comienzo de la semana laboral se encontraron con un aire espeso y cálido que daba una idea de lo que se esperaba para lo que resta de la jornada. Según la previsión oficial, se pronostica una temperatura mínima de 25 grados, a primera hora de la mañana, y una máxima, de 38 grados, pasado el mediodía, marcas altas para esta época del año.

No se espera una humedad particularmente alta, 50%, y la presión promediará los 1008 hPa. El viento será leve, 12 kilómetros en dirección noroeste, y la visibilidad será buena, 15 kilómetros, un alivio para los automovilistas que recorran las rutas de la provincia de Santa Fe. El cielo estará ligeramente nublado, aunque tórrido, por lo mejor es evitar salir al aire libre cuando el sol caiga a plomo, para evitar el tan temido golpe de calor.

Todas las expectativas están puestas en los chaparrones que se esperan mañana, martes, en horas de la noche, aunque difícilmente hagan que amaine el calor, las temperaturas seguirán siendo altas. Acaso las tormentas fuertes previstas para el miércoles y el jueves logren el milagro, aunque hasta ahora el pronóstico de los expertos no es alentador: lloverá, habrá actividad eléctrica y vientos fuertes pero el clima seguirá siendo muy caluroso.