Este martes se conoció que delincuentes no identificados volvieron a robar en el jardín del Movimiento Los Sin Techo ubicado en barrio Loyola, en el noroeste de la ciudad de Santa Fe.

"Estamos haciendo una construcción nueva, son dos salas para nenes y nenas de tres y cuatro años a través de un proyecto de Desarrollo Social de la Nación que se llama Fortalecimiento de las Primeras Infancias. Comenzamos en septiembre de 2018 y supuestamente en enero tenía que haberse terminado, pero no fue así. Desde septiembre hasta hoy sufrimos siete robos en el mismo lugar", explicó a LT9 la directora de los jardines del Movimiento Los Sin Techo, Silvana Mana.

"Robos, daños y destrozos. Nos robaron ventanas, puertas, ladrillos, ropieron vidrios. También les robaron las herramientas a los albañiles. Rompieron una puerta de aluminio, descalzaron una reja que estaba soldada y prendieron fuego adentro", enumeró sobre los últimos acontecimientos delictivos que sufrieron y que tienen como principales víctimas a los niños y niñas. 

"Es algo inexplicable que nosotros no podemos entender. Estamos haciendo algo para mejorar la calidad educativa de los chicos del barrio y para mejorar el barrio. Estamos haciendo muchos esfuerzos y que tengamos que lidiar con estos hechos delictivos nos deja impactados", continuó en diálogo con Sergio Tourn en el resumen informativo Las Nueve Noticias del Día.

Aunque describió la situación como inexplicable, hacia el final de la nota, Silvana focalizó el problema sobre algunas cuestiones puntuales que se ven recrudecidas en este último tiempo: "Creo que hay una razón de base: es la zona norte, donde más necesidades tiene la gente y hay muchas demandas que no han sido satisfechas. Por ahí también viene la bronca o el resentimiento. Siempre se agarran con lo que tienen más a mano. También el que hace esto no está en sus cabales, la droga también tiene que ver", sostuvo.

Sobre la situación social en los barrios dijo que se ve cada vez más gente "viene de otras zonas urbanas o del centro y se asientan. Hacen sus ranchitos o casitas en cualquier terreno pero no tienen una expectativa de trabajo ni de vida. Es mucha la población que hay. Hay mucha desesperación de la gente que no puede cubrir las necesidades de su familia".

"Antes salían a changuear, salían a la mañana y volvían a la tarde. Trabajaban de albañil, de pintor, o de jardinería. Pero ahora esos pequeños rubros se cortaron y están sin hacer nada. Por ahí también pasa su desesperación", comparó.

"Así como nosotros sentimos la impotencia cuando nos roban, ellos sienten una impotencia de llegar a la noche y no tener que darle a sus hijos. Es todo un círculo que estamos viviendo en el país en este momento", finalizó directora de los jardines de infantes del Movimiento Los Sin Techo.