Los precandidatos presidenciales del opositor Partido Republicano estadounidense celebraron ayer su primer debate de cara a las elecciones de 2024 sin Donald Trump, quien es el claro favorito pese a las causas penales que enfrenta y que decidió no participar. 

Trump tendrá hoy una cita con las autoridades de Georgia, cuando se entregará para ser fichado como acusado de haber intentado alterar el resultado de las elecciones de 2020, que perdió con el presidente Joe Biden, en este estado sureño. El lunes pasado, sus abogados acordaron pagar una fianza de 200.000 dólares, lo que le permitirá evitar la prisión preventiva, siempre que no infrinja ninguna ley. En los hechos, Trump quedará formalmente bajo arresto y es posible que le tomen una foto para la ficha policial, pero después será puesto en libertad, informó la agencia de noticias AFP.

Trump dijo esta semana que no pensaba participar del debate porque los votantes ya lo conocen y saben de su "exitosa presidencia" entre 2017 y 2021, en momentos en que aventaja ampliamente a sus rivales de interna en los sondeos. 

Pese a esto, sus ocho adversarios en la competencia por la candidatura presidencial por el Partido Republicano luchan por existir en un universo político y mediático completamente centrado en los problemas judiciales de Trump 

Pese a haber sido inculpado en cuatro causas penales este año en menos de seis meses, el millonario de 77 años triplica en intención de voto a su más cercano perseguidor, el gobernador de Florida, Ron DeSantis

Un poco por detrás del expresidente y DeSantis se ubican Mke Pence, el exvicepresidente de Trump, y la exembajadora ante la ONU Nikki Haley, deseosos de acortar distancias en las encuestas. 

La nómina republicana la completan el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, el senador Tim Scott, el empresario Vivek Ramaswamy y los exgobernadores Chris Christie y Asa Hutchinson, todos enardecidos críticos de Trump.