El Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones -RIGI- se presenta como una nueva política de estímulo a la producción en áreas estratégicas, algo que ya se intentó con distinta suerte en el pasado. 

Desde la Cámara de Diputadas y Diputados de Santa Fe, en sintonía con los reclamos de diferentes sectores, las y los legisladores iniciaron una serie de acciones para alertar sobre cómo podría impactar este régimen en la producción nacional y en la santafesina en particular. 

En dialogo exclusivo por LT9, el diputado provincial por el PS, Mariano Cuvertino señaló: "Empezamos a plantear el tema del RIGI, en la propia Cámara de Diputados de la provincia de Santa Fe, en función de la preocupación que nos generaba tal como está planteada la herramienta".

El legislador, planteó tres puntos claves a tener en cuenta, en primer lugar "no se especifica el sector o la actividad a la cual se pretende que lleguen estas grandes inversiones", además "no se genera ningún tipo de encadenamiento productivo", es decir no hay ningún tipo de exigencia que busque de alguna manera "aprovechar este tipo de grandes inversiones para generar el crecimiento de toda la industria que le brinda servicios a la inversión".

Y el tercer punto, que desde el espacio exponen con mucha preocupación es "el plazo por el cual se brindan todas estas series de beneficios impositivos, que en definitiva consisten en el uso de una herramienta de estas características para llevar adelante la inversión", el plazo establecido son 30 años, "todos sabemos que ninguna inversión privada de estas magnitudes se toma todo ese tiempo para recuperar el capital, con lo cual el plazo de 10 años lo entendemos como mucho más razonable". 

En cuanto al interrogante de cómo promover la llegada de inversiones sin destruir la industria local, el legislador santafesino brindó como ejemplo la experiencia de Vaca Muerta, "para tener en cuenta cuando hablamos del entramado productivo local, hablamos de situaciones que en otro momento ocurrieron, como en el 2019  todo lo que fue Vaca Muerta, en San Juan. En la provincia de Santa Fe de la mano del entonces gobernador Miguel  Lifschitz, a partir del Ministerio y la Federación Industrial de Santa Fe, se trabajó en la conformación de la mesa del gas, el petróleo y la minoría".

Esto significó "más de 100 pymes santafesinas que le venden diferente tipo de bienes, insumos a las grandes inversiones que se realizaron en Vaca Muerta. Estamos hablando de un encadenamiento productivo que favorece el entramado local, y en muchos casos favorece a las pymes".

Si bien, "el RIGI está pensado centralmente para grandes inversiones en la minería, en los hidrocarburos y en ese tipo de actividades que quizás la Argentina no tiene los capitales necesarios o las técnicas suficientes y necesita de inversiones extranjeras que den un empuje para lograr economías de escala". Sin embargo, como está planteado "no establece o no específica este tipo de cuestiones lo que deja en la puerta abierta para que estas grandes inversiones se puedan dar en cualquier territorio de la Argentina. Y en este caso, por ejemplo, podríamos estar habilitando a que venga a competir de manera totalmente desleal con la industria ya instalada en la provincia de Santa Fe".

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