En la ciudad de Santa Fe, el Hogar Homimen -ubicado en Almirante Brown al 6.900- alberga a 18 personas con discapacidad que, desde hace más de tres décadas, encuentran en este espacio no solo asistencia, sino un verdadero hogar.
Hoy, su continuidad pende de un hilo. La crisis económica, sumada al atraso en los pagos de las obras sociales, dejó a esta y muchas otras instituciones al borde del colapso.
"Hoy no tenemos fondos directamente", expresó con crudeza por la Nueva Nueve, Marianela Landzettel, directora del hogar. En está línea, señaló que los aranceles que reciben por persona están muy por debajo de los costos reales: "Los aranceles no se han actualizado desde diciembre y el costo de vida aumentó. Los pocos ahorros que teníamos los fuimos gastando en el funcionamiento diario" detalló.
La situación afecta no solo a los residentes, sino también al personal: "Tenemos empleados con más de 20 años de antigüedad. El hogar también es su casa, tienen un sentido de pertenencia enorme", dijo Landzettel.
El Hogar trabaja con obras sociales como PAMI, Incluir Salud y IAPOS. Esta última es la que más dificultades presenta: "IAPOS tiene los mayores atrasos y además paga muy por debajo de lo que establece el nomenclador nacional" explicó la directora, haciendo referencia a lo pautado por la ley 24.901, que regula las prestaciones para personas con discapacidad.
La crisis que atraviesa Homimen no pertenece a un caso aislado, contrariamente este lamentable escenario se replica en todas las instituciones del rubro en la provincia: "Esto nos está perjudicando a todos. Hay hogares en otras localidades, como Colastiné y Santo Tomé, que también la están pasando muy mal" sostuvo Landzettel.
A pesar del panorama desolador, manifestó que la comunidad respondió con solidaridad. "Hemos recibido un montón de ayudas, debo decirlo, pero de gente común, no de quienes deberían estar ayudando", reconoció. Entre las donaciones llegaron alimentos, productos de limpieza y medicamentos.
Sin embargo, estos gestos, aunque valiosos, no alcanzan por lo que es necesario una urgente intervención y la sanción inmediata de la Ley de Emergencia en Discapacidad: "Esto nos ayuda a superar uno o dos meses. Lo que necesitamos es una solución de fondo, una política pública que garantice el funcionamiento continuo de los hogares" comentó.
El Hogar Homimen es uno de los dos únicos espacios en la capital provincial preparados para recibir personas con discapacidad. La demanda es alta, pero abrir nuevos hogares es inviable en el contexto actual. "No es fácil sostener estas instituciones. Funcionamos las 24 horas, los 365 días del año, y siempre hay personal a cargo. Eso tiene un costo que hoy no podemos cubrir" advirtió su titular.
Consultada sobre si existen antecedentes similares, Landzettel fue tajante: "Hemos atravesado muchas crisis en estos 30 años, pero como estamos ahora, creo que prácticamente nunca nos ha ocurrido".
Mientras esperan una respuesta que resuelva el problema de manera estructural por parte del Estado, desde el hogar exigen que se cumpla con lo que la ley establece: atención digna y sostenida para las personas con discapacidad.
Escucha la nota completa: