Las consecuencias de la protesta realizada en la sede de Colón quedaron a la vista. Tras la movilización de los hinchas, una de las rejas de ingreso apareció rota, generando preocupación en la institución por el deterioro de sus instalaciones.
La imagen del daño rápidamente comenzó a circular en redes sociales y se convirtió en un símbolo del momento que atraviesa el club, en medio de un clima de tensión que no da respiro.
Si bien la convocatoria fue impulsada de manera espontánea por los simpatizantes, el saldo material refleja que el malestar excede lo deportivo y golpea directamente en la vida institucional de Colón.
