Región Pampeana: un invierno inusualmente húmedo y con contrastes en por zonas
El licenciado en comercio internacional Germán Iturriza destacó que julio, agosto y septiembre fueron meses “muy por encima de lo normal” en materia de lluvias en toda la región pampeana.
“Prácticamente no hay localidad que no haya tenido un julio, agosto y septiembre con precipitaciones muy superiores al promedio. Eso generó muy buenas condiciones para la fina”, señaló.
Sin embargo, el especialista advirtió que el panorama cambió en las últimas semanas. “Hoy hay una franja del centro-norte del país -norte de Entre Ríos, centro-norte de Santa Fe y Córdoba, Santiago del Estero y Chaco- que muestra déficit hídrico. Falta el último empujón al trigo”, explicó.
En contraposición, el centro-sur de la provincia de Buenos Aires muestra un exceso de agua, con zonas como Balcarce que recibieron casi 100 milímetros en pocas horas. “La ruta 226 estuvo cortada. Esas complicaciones no se van a resolver inmediatamente”, agregó.
Siembra y perspectivas a corto plazo
Las diferencias climáticas se reflejan en el ritmo de la siembra. En Córdoba y Santa Fe los productores avanzan, mientras que Buenos Aires podría perder superficie por los campos anegados.
“Hay productores que deciden sembrar igual, aunque no tengan humedad, porque no pueden seguir esperando. Otros prefieren ir a lo seguro y cambiar el cultivo”, indicó.
De cara a lo que viene, Iturriza adelantó que noviembre y diciembre se presentan más tranquilos en términos climáticos: “Parecería ser un período más normal o incluso por debajo de lo normal en precipitaciones. Aun así, hay una luz amarilla en el norte del país, porque puede faltarle agua para el empuje final”.
¿“El Niño” o “La Niña”?: fase neutral
Sobre el fenómeno climático global, Iturriza detalló que actualmente hay una fase neutral con advertencia de “La Niña”.
En este sentido, compartió que el centro de predicción meteorológica estadounidense El Servicio Meteorológico de Estados Unidos ya emitió una advertencia. “Estamos en vigilancia por condiciones tendientes a iniciar una Niña muy suave. Probablemente sea de corta duración, como el año pasado”, explicó.
Récord de trigo
Pese a los desequilibrios regionales, Iturriza fue contundente al hablar de la cosecha y aseguró que esta será récord. “Lo que vi en Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos es extraordinario. Realmente una cosa de no creer. Vamos a tener una cosecha muy, pero muy buena.”
Algunos lotes en Entre Ríos, incluso, podrían alcanzar rendimientos cercanos a 8.000 kilos por hectárea, aunque con variaciones según las lluvias finales.
“Puede llevarse algunos kilos por calor, pero eso no va a quitar que tengamos una producción récord”, afirmó.
Contexto económico desafiante
Independientemente de las condiciones climáticas, Iturriza advirtió que la situación económica y logística podría complicar a los productores en plena cosecha.
“Durante noviembre y diciembre se exportarán dos millones y medio de toneladas de soja. Esa logística va a chocar con la cosecha de trigo, y los puertos van a estar saturados. Eso presionará los precios a la baja”, explicó.
Sobre el reciente acuerdo entre Argentina y Estados Unidos, agregó que aún hay incertidumbre cambiaria:
“Se abrió una zona gris de intervención. Nadie sabe con qué reglas se va a jugar, y eso complica tanto a exportadores como a importadores”.
Tecnología y decisiones desiguales en el campo
Consultado sobre la incorporación tecnológica, el especialista sostuvo que el grado de innovación es muy dispar entre los productores.
“Algunos fueron por todo y otros no cambiaron nada. Hay mucha heterogeneidad. No es algo general que se haya apostado fuerte a la tecnología”, precisó.
Además, señaló que los silos bolsa se redujeron considerablemente tras las ventas de soja vieja:
“Se ha logrado sacar mucho grano de los campos. Los stocks se achicaron, sobre todo entre los productores chicos. Los grandes acopios todavía tienen algo guardado”.
Retenciones cero: “Un sabor amargo para el productor“
Sobre la medida de retenciones cero, Iturriza consideró que la implementación fue desigual y dejó descontento al sector.
“Mis clientes son productores pequeños y medianos, y la mayoría no pudo participar. Los únicos que aprovecharon fueron los más sofisticados, los que estaban preparados”, afirmó.
Y añadió:“En muchas reuniones nadie levantó la mano cuando pregunté quién había vendido. Eso te demuestra que la medida no llegó a todos”.
Finalmente, concluyó:“El mercado quedó con menos volumen y desconfianza. No fue un negocio para todos. Hoy hay menos ganas de vender y menos ganas de comprar”.
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