El tradicional gesto de reconocimiento deportivo generó controversia luego de que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y la Liga Profesional le solicitaran a Estudiantes que realizara el pasillo a Rosario Central en el partido correspondiente a los octavos de final del Torneo Clausura, luego de que el Canalla fuera declarado como campeón de liga por haber sido el equipo que más puntos sumó en el año.
La reacción de Estudiantes fue histórica. El club, presidido por Juan Sebastián Verón, manifestó públicamente su desacuerdo con la designación de Central como campeón, argumentando que no existió una votación formal para reconocer ese título.
Esta declaración contradijo de manera directa la versión oficial de la LPF, que horas antes había asegurado que la decisión de incorporar el nuevo título y reconocer a Rosario Central como campeón anual había sido “aprobada por unanimidad” en el Comité Ejecutivo.
Finalmente, Estudiantes realizó el polémico pasillo, pero de una manera que promete dar la vuelta al mundo, porque todos los futbolistas se dieron la vuelta para darles la espalda a sus colegas del Canalla. Esa fue la manera elegida para protestar, y fue motorizada por el propio Verón.
La hinchada de Rosario Central respondió el accionar de Estudiantes desde las tribunas con un claro cántico contra Juan Sebastián Verón. “El que no salta, es un inglés”, se escuchó desde los cuatro costados del Gigante de Arroyito
La decisión de realizar el pasillo del campeón para los jugadores de Central fue adoptada a pesar de que ni el Reglamento de la Liga Profesional, ni el Reglamento General de la AFA, ni el Reglamento del Campeonato contemplan este acto como un deber disciplinario, ceremonial o administrativo. Históricamente, el pasillo ha sido una práctica protocolar voluntaria, aplicada según el criterio y la relación entre las instituciones involucradas.






















