Si hay un plato que nunca falla en los eventos, es esta cazuela de mollejas al verdeo. “Es la que más me piden y también la que más disfruto cocinar”, cuenta su autora, que comparte paso a paso su receta estrella para dos personas.
Ingredientes
- Sal, pimienta y aceite de oliva o manteca, cantidad necesaria
- 500 g de mollejas
- 2 cebollas de verdeo
- 1 diente de ajo
- 200 ml de vino blanco
- 200 ml de caldo de verdura
1. Preparación previa: blanqueado y prensado
Este paso es clave para lograr mollejas tiernas por dentro y crocantes por fuera.
Colocar las mollejas en una olla con agua fría y una pizca de sal. Llevar a fuego alto y, una vez que hierva, cocinar entre 10 y 15 minutos. Retirar y sumergir en agua fría para cortar la cocción.
Una vez frías, quitar el exceso de grasa y telitas. Luego, prensarlas entre dos tablas o platos con peso encima (pueden ser frascos o latas) y llevar a la heladera durante 20 a 30 minutos.
Este proceso las compacta y mejora su textura al dorarlas. Finalmente, cortarlas en trozos medianos, de unos dos centímetros, y condimentar con sal y pimienta.
2. Sellado y dorado
En una cazuela o sartén profunda, calentar aceite de oliva o manteca a fuego medio-alto. Agregar los trozos de molleja y dorar bien por todos los lados hasta que estén crocantes (aproximadamente 5 a 7 minutos). Retirar y reservar.
3. Sofrito y desglasado
En la misma cazuela, añadir un poco más de aceite si es necesario. Picar la parte blanca del verdeo y el ajo, y rehogar hasta que estén tiernos y transparentes (unos 3 o 4 minutos).
Incorporar nuevamente las mollejas y verter los 200 ml de vino blanco. Subir el fuego para que el alcohol se evapore y el fondo de cocción se desprenda, concentrando todo el sabor.
4. Cocción final
Cuando el vino se haya reducido a la mitad, añadir los 200 ml de caldo de verdura o carne. Bajar el fuego al mínimo y cocinar semi-tapado durante 10 a 15 minutos.
Picar el verde de las cebollas de verdeo y agregar la mitad unos minutos antes de finalizar la cocción. Ajustar la sal y pimienta a gusto.
5. Presentación
Servir la cazuela bien caliente, en su misma fuente o en platos hondos, decorada con el resto del verde de verdeo fresco.
“Espero que la disfruten tanto como yo”, cierra la autora de esta receta que combina sabor, textura y una dosis de cariño casero, ideal para compartir en buena compañía.
