Jair Bolsonaro, ex presidente de Brasil, admitió haber intentado quemar su tobillera electrónica con un soldador mientras cumplía arresto domiciliario en su residencia de Brasilia. La confesión, registrada en video y divulgada por la corte suprema, se produjo poco antes de que el ex mandatario fuera detenido de forma preventiva este sábado, bajo sospecha de planear una fuga.
En la grabación difundida por el tribunal, Bolsonaro aparece con la tobillera aún colocada y con marcas de quemadura. Al ser interrogado por una agente policial sobre el estado del dispositivo, el ex presidente respondió: “Metí un soldador ahí (por) curiosidad”. Las autoridades detectaron la manipulación del equipo de monitoreo a las 00:08 hora local del sábado, lo que activó la alarma sobre un posible intento de fuga.
La corte suprema, a través del juez Alexandre de Moraes, fundamentó la orden de prisión preventiva en la existencia de un “riesgo de fuga concreto” y una “amenaza al orden público”. El magistrado señaló que la supuesta intención de Bolsonaro de romper la tobillera coincidió con una manifestación convocada frente a su residencia por su hijo, el senador Flávio Bolsonaro.
El arresto de Bolsonaro se produjo en su domicilio de Brasilia, donde cumplía prisión domiciliaria desde el 4 de agosto tras incumplir medidas cautelares impuestas en el marco del proceso por golpismo.
Tras su detención, Bolsonaro fue trasladado a la sede de la Policía Federal en Brasilia, donde permanecerá en una sala especial de aproximadamente 12 metros cuadrados, adaptada para autoridades y personalidades públicas. El espacio, conocido como “Sala de Estado”, dispone de baño privado, cama de soltero, armario, mesa, silla, aire acondicionado, refrigerador, televisión y una ventana. La atención médica estará disponible las 24 horas, en respuesta a los antecedentes de salud del ex presidente. El régimen de visitas será restringido y requerirá autorización judicial.
El contexto judicial de la detención de Bolsonaro se enmarca en la condena por intento de golpe de Estado tras su derrota electoral en 2022. La prisión preventiva fue dictada como medida cautelar y no implica el inicio de la ejecución de la pena definitiva, que quedará pendiente hasta que el Supremo Tribunal Federal resuelva los recursos de apelación presentados por la defensa. Mientras tanto, el ex mandatario permanecerá bajo custodia en condiciones diferenciadas, con vigilancia médica permanente y medidas de seguridad reforzadas.






















