El pasado 6 de agosto podemos decir que se concretó la “crónica de una muerte anunciada”. Fueron absorbidas por Economía las funciones de la SEPYME y de la Secretaría de Industria y Comercio.
Si te pregunto a vos lector, emprendedor, empresario o comerciante, quién tenía su cargo la SEPYME o la Secretaría de Industria y comercio de la Nación, seguramente no lo sabían.
¿Por qué los funcionarios a cargo no eran conocidos?
Porque ambas secretarías ya estaban vaciadas de poder hace mucho tiempo atrás y la gravedad de estas decisiones que impactan de lleno sobre un sector imprescindible como el industrial tendrán consecuencias.
Para ilustrar la realidad actual podemos citar a Antonio Gramsci, “La crisis consiste precisamente en que lo viejo muere y lo nuevo no puede nacer; en este interregno, se producen los fenómenos morbosos más variados”o incluso a Alexis de Tocqueville “El poder no se destruye de un solo golpe, sino que se marchita cuando se le priva de las funciones que le daban vida.”
Primariamente podemos verificar dentro de esas consecuencias de la eliminación permanente de esas secretarías:
Pérdida del canal institucional específico
La eliminación de estas secretarías debilita un espacio dedicado exclusivamente a las pymes y la industria. Sin interlocutor claro y especializado, el sector pierde visibilidad y capacidad de incidencia frente al Estado.
Desmantelamiento de programas activos y pérdida de apoyo técnico
Varios programas clave, de los pocos que quedaban vigentes y todavía subsistían, como Capacitar, Creando Capacidades Locales o Punto PYME y Emprendedor podrían verse afectados o desaparecer, complicando la mejora de la competitividad y los vínculos entre el Estado y los distritos.
Fragilidad económica y cierre de empresas
Datos recientes muestran que ya se registraron más de 13.000 cierres de pymes desde el cambio de gobierno, y miles más podrían poner en pausa o desaparecer definitivamente.
El cierre del canal de apoyo llega en un contexto de caída de producción, costos crecientes, y pérdida de empleo.
Apertura de importaciones sin contrapartida productiva
Sugestivamente esta reconfiguración institucional ocurre en plena política de apertura comercial, con acceso a importaciones sin protección y sin una estrategia para respaldar a la industria local.
Riesgo de estancamiento productivo
Por último, el desmantelamiento constituye una señal grave hacia el estancamiento del sector pyme, dado que pierde apoyo en momentos de alta vulnerabilidad económica
La influencia pyme industrial desaparece en el Gobierno Nacional, no tiene volumen político, fuerza, no determina políticas ni define estrategias, el sector industrial sólo figura en la foto del Consejo de Mayo hasta hoy sin relevancia práctica y sin ser consultado en decisiones de política económica que lo afectan irremediablemente.
No hace falta destruir una institución para vaciarla de poder; basta con dejarla sin recursos, sin voz y sin quien la defienda.
Pero ante estas acciones, ¿Cómo debe reaccionar el sector industrial en defensa de sus instituciones?
Con acciones gremiales y políticas contundentes a fin derecuperar representación y capacidad de incidencia.
Entre otras:
- Fortalecer cámaras sectoriales y regionales (CAME, UIA, IPA, FOP, cámaras provinciales) como interlocutores principales con el Ministerio de Economía.
- Formar un “Consejo PYME” intersectorial: unión de cámaras, sindicatos y universidades para presentar propuestas conjuntas y no dispersas.
- Presionar por leyes de alivio fiscal y financiamiento específicas para pymes, ya que la vía administrativa se debilitó.
- Usar instancias parlamentarias (comisiones de Industria y Pymes del Congreso) para visibilizar impacto y exigir continuidad de programas.
- Solicitar apoyo en los Gobiernos Provinciales, Municipales y Comunales, ya que muchos mantienen un discurso y una acción de defensa de las Pymes Industriales y Comerciales, y elaboran políticas consecuentes y consensuadas.
- Acciones mediáticas y redes sociales con datos claros: cierre de empresas, empleos perdidos, comparación con países vecinos.
Presidente Milei el uso de la motosierra no sólo fue un creativo slogan, sino que seguramente su utilización concreta para ahorrarle recursos al estado y por ende a sus contribuyentes estuvo más que justificada, por lo menos hasta ahora.
Pero llegó el momento del bisturí, este momento económico requiere precisión no sólo coraje, sigue requiriendo acciones concretas, pero no sólo orientadas a dos o tres sectores o actividades productivas sino también debe considerar el entramado de más de 530.000 pymes que representan el 99.8% del total empresarial argentino.
