En la zona de pasillos de Alto Verde había un problema histórico con la recolección de residuos. Hasta que las mujeres del barrio pusieron las cosas en su lugar. Se trata de una cuadrilla conformada por 11 mujeres que -mediante un convenio entre la Municipalidad y la vecinal-, todas las mañanas, recorren cada una de las casas entre las Manzanas 2 y la 5. Los vecinos las esperan con las bolsas de residuos y una palabra de aliento, una risa, una novedad.
Amalia Vera es la encargada de la cuadrilla de limpieza de Alto Verde, y resume en una línea lo que a diferentes gestiones municipales les costó entender años: “El problema que hubo desde siempre es que el camión recolector no puede ingresar a los pasillos, los vecinos tiraban igual la basura y se formaban microbasurales. Entonces nosotras vamos casa por casa juntando la basura –con unos carritos que nos dio la Municipalidad- y coordinamos diferentes puntos de encuentro donde el camión pasa a recolectarlas”.
Esta nueva manera de abordar la recolección domiciliaria en Alto Verde se lleva adelante desde el 6 de mayo. “El cambio que se ve es impresionante”, asegura Amalia, y añade: “Los vecinos de los pasillos colaboran con nosotras, están muy conformes; responden a nuestro trabajo. En los pasillos había basurales y eso ya no pasa. Los fuimos sacando de a poco”.
El subsecretario de Políticas de Proximidad de la Municipalidad, Nicolás Zanón, indicó que estas acciones se enmarcan dentro del trabajo que se lleva a cabo desde la Red de instituciones de Alto Verde en articulación con el municipio y dentro del plan Integrar. “Esta experiencia se replica en 28 barrios de la ciudad, donde se complementa el trabajo de recolección de las empresas con las cooperativas y asociaciones civiles, que refuerzan la actividad de limpieza”, explicó.
El funcionario agregó que “es una acción que está siendo muy bien recibida por la comunidad, los vecinos felicitan y acompañan el trabajo de las cuadrillas. Además, las de Alto Verde y San Agustín que están integradas por mujeres son las que mayor repercusión tienen, quizá por el compromiso de ellas y por ser una actividad que estuvo ligada siempre al trabajo de hombres”.
La cuadrilla de limpieza de mujeres forma parte de la vecinal Pro Mejoras Alto Verde. La presidenta de la institución, Emilce Camargo, observa que “se ve el cambio que hay en el barrio desde que se implementó esta nueva manera de recolectar la basura. Hoy el vecino ya no tira bolsas por ahí, sino que las espera a las chicas. Ellas pasan de lunes a sábado entre las 8 y las 11. A eso hay que sumar los camiones de Cliba que pasan por las calles que pueden ingresar, y la Delegación Municipal.”
En referencia a otras cuestiones puntuales que se dan en ese sector de la ciudad, Camargo precisó: “En Alto Verde hay muchos animales que rompen la basura, así que se trabaja coordinadamente con el camión recolector para que a medida que las chicas dejan la basura en diferentes puntos de encuentro ellos pasen y junten”.
“Las chicas le ponen ganas”
Con respecto al trabajo de las integrantes de la cuadrilla de limpieza de Alto Verde, Camargo destacó que “las chicas le ponen ganas”. En ese sentido, Micaela Ríos es una de las pibas que se arremanga para mejorar su entorno. No es un trabajo fácil. Pero ella tiene la convicción de que es una manera de solucionar la higiene del barrio.
“Lo que hacemos es para que el vecino deje de armar basurales. Que tengan el hábito de no arrojar la basura en cualquier parte, a cualquier hora. Y por suerte, en estos meses de trabajo van entendiendo. Somos 11 las chicas que hacemos este trabajo y a todas nos felicitan”, asegura Micaela y cuenta que “hay niñas que nos esperan afuera de la casa con las bolsitas, a nosotras también nos gratifica mucho que el vecino actúe así”.
Belén Cuello es otra de las mujeres que camina el barrio casa por casa. “Yo estoy feliz por esto que estamos haciendo. Nos gratifica también a nosotras”. En ese sentido, subraya la importancia de que los vecinos “se comprometan a no generar basurales; ahora ya no hay excusa, pasa la Delegación, Cliba, nosotras, no hay necesidad de tirar la basura en la calle”.
En consonancia, Belén detalla que “pasamos casa por casa con 3 carritos que nos ayudan a trasladar las bolsas, porque son un montón. Nos metemos en los pasillos más chiquitos que pueda haber en Alto Verde, como para que la gente que vive en esos lugares también tenga una recolección. Hay vecinos que no pueden salir, por una cuestión de edad o de discapacidad”.
A modo de balance del trabajo que realizaron hasta el momento en el barrio costero, Belén define: “Donde antes había basurales, hoy hay espacios que se pueden habitar, recuperamos lugares del barrio, así que, bien. Más que contentas”.