El huracán Erin continúa su recorrido por el Caribe y se mantiene como un ciclón de categoría 4 rumbo al archipiélago de las Bahamas.
La tormenta experimentó un crecimiento explosivo el sábado por la noche, cuando alcanzó la categoría 5 con ráfagas de hasta 260 km/h. Sin embargo, el domingo perdió intensidad y bajó a categoría 3, aunque horas más tarde volvió a fortalecerse y recuperó la categoría 4.
Los especialistas advierten que en los próximos días su fuerza podría seguir fluctuando a medida que se desplace hacia el norte. Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), Erin se ha ampliado en tamaño, con vientos de tormenta tropical que se extienden a más de 300 kilómetros de su centro.
Las Islas Vírgenes y Puerto Rico ya sienten los efectos de la tormenta, con riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra. La Guardia Costera de EE.UU. incluso impuso restricciones a la navegación en los puertos de St. Thomas, St. John y en varias localidades de Puerto Rico, incluida San Juan.
“El huracán se intensificó de manera explosiva”, señaló Mike Brennan, director del NHC. Explicó que sus vientos pasaron de 160 km/h en la madrugada del sábado a 257 km/h en cuestión de horas, un fenómeno conocido como “intensificación rápida”, que ocurre cuando una tormenta gana al menos 55 km/h en menos de un día.
Aunque en las últimas horas su avance se ralentizó, Erin seguirá moviéndose hacia el norte, pasando por el este de las Bahamas y proyectándose en dirección a Carolina del Norte. En paralelo, se espera que genere oleaje intenso y corrientes de resaca peligrosas a lo largo de gran parte de la costa este de Estados Unidos, con especial impacto en Florida, Bermudas y los estados del Atlántico medio.
Se trata del primer huracán de la temporada 2025 en el Atlántico, en una campaña que, según la NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica), podría ser más activa de lo habitual.
