A menos de 20 días para las elecciones legislativas, en medio de la breve visita de Javier Milei a Santa Fe y del escándalo que involucra a José Luis Espert por sus presuntos vínculos con el narcotráfico, el presidente de UNITE, José Bonacci, realizó un análisis sobre la construcción partidaria de La Libertad Avanza en la provincia, poniendo el foco en las tensiones internas y los desafíos de consolidar el espacio libertario de cara a los comicios.
En esta línea, el referente calificó la campaña como “desordenada y complicada” y señaló que los errores políticos de José Luis Espert afectaron la imagen del partido a nivel nacional, “cuando las cosas se hacen mal, terminan mal”, afirmó.
Ademas, sostuvo que Espert “no entiende nada de política ni de relaciones humanas” y que su responsabilidad como primer candidato en la provincia de Buenos Aires terminó perjudicando tanto su carrera como la performance del partido.
Escándalo de financiamiento y aportes privados
Sobre los aportes privados que se mencionaron en la campaña, el dirigente aclaró que el partido no los recibió, aunque admitió que la situación podría impulsar reformas en la ley de financiamiento electoral.
Seguidamente, criticó este tipo de aportes por ser “irregulares y condicionar a los políticos”, y explicó que gran parte de los fondos de campaña no se invierten directamente en política, sino que se destinan a gastos de dirigentes y logística, lo que genera problemas de eficiencia en la ejecución.
Armado del partido, construcción política y riesgos electorales
Sobre el armado de LLA en Santa Fe, Bonacci consideró que el espacio aún no se consolidó como fuerza nacional. “No es un partido mileísta, es un partido menemista” explicó, señalando que la estructura busca un proyecto de poder que no depende exclusivamente del presidente.
En este sentido, reconoció la dedicación de militantes como Romina Diez y Agustín Pellegrini -quien encabeza la lista en la provincia-, pero advirtió que la fuerza aún enfrenta desafíos por la competencia de otras listas y la falta de consolidación como estructura política sólida.
Finalmente, Bonacci reconoció que el escenario electoral se presenta fragmentado en tercios, “la división del electorado y la competencia de otras fuerzas dificultan capitalizar el voto históricamente antiperonista”, por este motivo advirtió LLA podría perder terreno frente a candidatos locales más populares “como Gisela Scaglia” y que el voto antiperonista por sí solo no garantiza victorias si no hay un partido fuerte que respalde a sus candidatos.