A días de conmemorarse un nuevo aniversario del nacimiento del Brigadier Estanislao López, el historiador y periodista santafesino, Gustavo Battistoni dialogó con la Nueva Nueve sobre la vigencia de una de las figuras más determinantes de la historia santafesina y su enorme impacto en la Argentina del siglo XIX.
“Estanislao López fue una figura fundamental no solo para Santa Fe sino para el país”, señaló al comienzo de la entrevista.
Recordó que el Brigadier fue uno de los primeros defensores de la soberanía nacional, denunciando los atropellos en Malvinas en 1831 y 1833, y destacó que su mirada sobre la institucionalidad marcó un camino único: Santa Fe tuvo la segunda constitución republicana del continente -después de la de Estados Unidos- y ese proyecto fue “pergeñado y pensado por López”.
El pragmatismo y la construcción del poder
Consultado sobre su reconocida capacidad de lectura política, Battistoni remarcó que el Brigadier era “ante todo un realista”.
En esta línea, señaló que sabía cuándo pactar, cuándo retroceder y cuándo avanzar, como lo hizo en su decisión de negociar con Buenos Aires ante la imposibilidad de enfrentar al Imperio Portugués sin un ejército nacional operativo. Ese enfoque estratégico también lo llevó a aliarse con Buenos Aires frente a Pancho Ramírez, siempre priorizando la estabilidad regional.
Esa combinación de realismo político y fortaleza militar le permitió sostener dos décadas de liderazgo. El historiador recordó que Santa Fe fue la única provincia que logró derrotar por sí sola a Buenos Aires en la batalla de Gamonal de 1820, triunfo que consolidó el federalismo y dio aire a San Martín para continuar su proyecto independentista sin interrupciones internas.
Federalismo, pactos y una visión adelantada a su tiempo
El rol de López en la construcción del federalismo argentino fue “esencial” según Battistoni . Su participación en pactos como el de Benegas, el Cuadrilátero y, especialmente, el Pacto Federal de 1831 sentó las bases de la futura Constitución de 1853. Incluso frente a la resistencia de Rosas, el Brigadier insistió hasta el final en la necesidad de una organización constitucional que estableciera derechos, garantías y deberes para todos los argentinos.
Otro aspecto, menos difundido de su biografía, fue su impulso a la educación. En 1832 creó el Instituto San Jerónimo y el gimnasio santafesino, y su último acto de gobierno -45 días antes de morir- fue la creación de la primera escuela para mujeres en la provincia, un gesto de absoluta vanguardia para la época. “Trocó la espada por la educación y el trabajo”, resumió el historiador.
Un legado que sigue vigente
Con la firma del Tratado de Benegas tuvo la capacidad de equilibrar el poder porteño y obligó a Buenos Aires a entregar ganado y fondos a Santa Fe. Además, impulsó la articulación geopolítica con Córdoba para contrarrestar el poder de la Aduana y el puerto.
Consultado sobre los aportes que aún influyen en la vida santafesina, Gustavo destaca tres: la Constitución de 1819, la creación de la bandera provincial y la firma del Pacto Federal. “Los grandes problemas que planteó López -la República, el federalismo, la educación- siguen siendo plenamente actuales”, afirmó.
La Semana Invencible se presenta así como una oportunidad para revisitar una de las figuras más influyentes de la historia argentina y recuperar un legado que todavía ilumina debates del presente.
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