El jueves 11 de julio, en el marco de un trabajo de excavación en un predio del barrio Campo de la Ribera, en la zona sudeste de la ciudad de Córdoba, fueron desenterrados accidentalmente más de 20 cuerpos.
El hallazgo generó conmoción ya que se trata de un terreno cercano al ex centro clandestino de detención que operó durante la última dictadura militar
Luego del análisis forense y antropológico, la Justicia estableció que los restos óseos pertenecen a una fosa sanitaria vinculada a una epidemia de cólera que afectó a la ciudad entre 1886 y 1887.

La conclusión surgió a partir de una primera inspección que determinó que los restos eran antiguos y no presentaban signos de violencia reciente.
Durante la excavación y el estudio para determinar el momento en que fueron depositados los cadáveres intervinieron el Instituto de Antropología de Córdoba, el Instituto de Humanidades del Conicet y personal de la División Delitos Culturales.
Desde la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia y el Ministerio Público Fiscal emitieron un comunicado conjunto para pedir cautela ante el descubrimiento.
