Novak Djokovic, actual número 6 del ranking ATP y con 38 años, no será parte del Masters 1000 de Cincinnati, que comienza este jueves. De esta manera, llegará al US Open -que arrancará el 24 de agosto- sin haber disputado partidos oficiales de preparación.
Su última participación en un torneo fue en Wimbledon, donde alcanzó las semifinales, pero cayó ante el número 1 del mundo, Jannik Sinner, quien más tarde se consagró campeón.
En lo que va del año, Djokovic acumula 26 triunfos y 9 derrotas, destacándose su consagración en Ginebra en mayo, donde obtuvo el título número 100 de su carrera, justo antes de Roland Garros.
El serbio tiene un buen historial en Cincinnati, donde se quedó con el trofeo en tres ocasiones -siendo la última en 2023 frente a Carlos Alcaraz-. Desde entonces, no volvió a jugar en el certamen estadounidense.
Su último torneo sobre pista dura fue en marzo, en Miami, donde perdió la final frente al joven checo Jakub Mensik.
Además de su baja en Cincinnati, se conoció otra noticia destacada vinculada al serbio: el ATP 250 de Belgrado, que pertenece a su familia, cambiará de sede y este año se disputará en Atenas, Grecia, del 2 al 8 de noviembre. El certamen se jugará en cancha dura y bajo techo, como ocurría en la capital serbia.
En un comunicado oficial, el Serbia Open explicó: “Pese a los grandes esfuerzos realizados, no se pudieron cumplir las condiciones necesarias para desarrollar el torneo en la fecha y formato planificados, por lo que se decidió suspender la edición de este año”.
Diversos medios europeos señalan que el traslado podría estar vinculado a tensiones políticas entre Djokovic y el gobierno serbio, liderado por Aleksandar Vucic.
El tenista habría mostrado simpatía con las protestas estudiantiles que surgieron tras el trágico derrumbe de una marquesina en la estación de trenes de Novi Sad, donde murieron 16 personas en noviembre de 2024.
