A un mes y medio de las presidenciales chilenas, la carrera a La Moneda muestra en principio un escenario de doble vuelta.
Si el domingo 16 de noviembre, cuando estén habilitados para concurrir a las urnas más de 15 millones de votantes, ninguno de los candidatos consigue superar el 50 por ciento de los votos, la sucesión de Gabriel Boric deberá resolverse en una segunda instancia fijada para el 14 de diciembre.
Las últimas encuestas apuntan justamente a un balotaje, para el cual hasta el momento se perfilan la oficialista Jeannette Jara (Partido Comunista de Chile, coalición Unidad por Chile), y José Antonio Kast (Partido Republicano de Chile, coalición Cambio por Chile).
La consultora CADEM en su último estudio sobre intención de voto posicionó primera a Jara con el 26%, seguida de Kast con el 23%.
Por detrás en las preferencias aparecen Evelyn Matthei (Unión Demócrata Independiente, coalición Chile Grande y Unido) con el 17% y Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario) con el 11%.
Hasta allí los nombres que consiguen llegar a dos dígitos en cuanto a intención de voto, en un contexto de polarización ideológica pero no de nombres, dado que la sumatoria de puntos entre la tercera mejor posicionada y el candidato libertario, hoy estaría superando el posicionamiento individual de los dos mejores perfilados para la segunda vuelta.
Desde la opción de continuidad, la particularidad en el oficialismo es que el presidente en ejercicio ostenta una aprobación de la gestión del 34%, varios puntos por encima de la intención de voto que por ahora recoge su candidata.
De todas formas, en el arco progresista de Chile no hay un consenso definido sobre la actitud que debería adoptar el actual mandatario en torno a la estrategia de campaña, especialmente porque algunos sectores temen que Jeannette Jara penalice con pérdida de votos en su performance electoral para la proyectada segunda vuelta de diciembre, debido a las críticas a la gestión en materia económica y de seguridad.
Por el lado de la campaña de Kast, se muestran esperanzados en la reconfiguración del escenario pos – 16 de noviembre, debido al indicador de “expectativa presidencial espontánea” elaborado en base a la pregunta sobre quién cree que será el próximo presidente, un item que ubica primero al postulante republicano con el 39 por ciento de los pronósticos.
Un dato saliente del trabajo de CADEM es el que arroja el eje de política exterior, en el que la opinión pública chilena exhibe mayoritariamente su posición a favor de una actuación más determinante de la sociedad internacional para buscar la paz en Ucrania y para frenar los excesos denunciados por la ONU del ejército israelí en la Franja de Gaza.
Y a propósito del organismo internacional, el 54% se mostró de acuerdo con que los candidatos presidenciales de la oposición, respalden la postulación de Michelle Bachelet para la secretaría general de Naciones Unidas.
En ese contexto doméstico y externo, Chile transita el proceso electoral con una campaña que ya deja entrever estrategias enfocadas más allá de la primera vuelta, tendiendo a la búsqueda de capatación del electorado que hoy manifiesta una intención de voto por fuera de los dos nombres hasta ahora mejor posicionados.
