En medio de un fuerte conflicto gremial y sanitario, las y los trabajadores del Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan convocaron dos nuevas jornadas de lucha para los días miércoles 10 y 17 de julio. La movilización será hacia Plaza de Mayo, y tendrá réplicas en distintas provincias.
La medida fue decidida por profesionales, técnicos, residentes y personal de ATE, en rechazo al ajuste presupuestario, la precarización laboral y la transformación del régimen de residencias en un sistema de becas sin aportes previsionales ni licencias.
“Nos quieren hacer elegir entre cobrar un poco más o tener derechos básicos como obra social, jubilación o licencias por maternidad”, denunciaron representantes gremiales en conferencia de prensa.
El conflicto estalló semanas atrás cuando el Gobierno nacional resolvió modificar el sistema de formación médica en hospitales públicos. El nuevo esquema eliminó el carácter de relación laboral de las residencias, dejando a miles de profesionales bajo un régimen de becas que, según los gremios, “rompe el sistema de salud pública y desmotiva la formación especializada”.
A esto se suma una fuerte caída del poder adquisitivo de los salarios, la falta de insumos y atrasos en los pagos por parte de obras sociales, situación que los trabajadores califican como un “vaciamiento progresivo del Garrahan”.
La protesta tendrá un punto alto el miércoles 17, cuando se realice una movilización desde el Congreso hasta Plaza de Mayo, en una jornada que fue definida como “Marcha Federal por la Salud Pública”. Además, se realizarán actividades simultáneas en hospitales de todo el país.
El pasado martes, profesionales del Garrahan expusieron en el Congreso Nacional durante una sesión especial en la que se intentó tratar la Ley de Emergencia en Salud Pediátrica. Sin embargo, la falta de quórum frustró el debate. “Nos cerraron las puertas de la política. Por eso salimos a la calle”, advirtieron.
Desde el Gobierno, en tanto, aseguran que no hay desfinanciamiento del hospital y defienden el nuevo régimen de residencias como “más flexible y mejor remunerado”. No obstante, la resistencia en los hospitales crece.
Mientras tanto, el Garrahan funciona con servicios resentidos y equipos médicos en estado de alerta permanente. La próxima semana será clave para el futuro del conflicto.
