Este lunes 4 de agosto fue confirmada la prisión domiciliaria de Jair Messias Bolsonaro, el expresidente de Brasil.
El juez Alexandre de Morales, que investiga al expresidente como presunto organizador de un fallido golpe de Estado, decidió realizar la medida por no hacer caso a las restricciones que le impusiera hace solo dos semanas.
A pesar de tener la restricción para no utilizar sus redes sociales, Bolsonaro había realizado una videoconferencia a sus seguidores en Río de Janeiro el domingo anterior a su condena. Además, subió el material a Instagram.
Ante esta situación, el juez Moraes aclaró en el fallo que “La justicia no permitirá que un acusado la considere tonta, creyendo que permanecerá impune por tener poder político y económico”.
El domingo anterior a su condena, miles de simpatizantes de Bolsonaro protestaron en las calles en contra del actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, y el juez Moraes.
En ese contexto Bolsonaro envió a la multitud un mensaje que uno de sus hijos, el senador Flávio Bolsonaro, difundió en redes sociales. “Actuando ilegalmente, el acusado Jair Bolsonaro se dirigió a los manifestantes reunidos en Copacabana, Río de Janeiro, produciendo intencional y conscientemente material prefabricado para que sus partidarios siguieran presionando al Tribunal Supremo y obstruyendo la justicia”, dijo Moraes.
Bolsonaro llevaba una tobillera electrónica desde el 18 de julio pasado, pero podía circular libremente. Cómo únicas restricciones, debía pasar las noches en su casa, no podía reunirse con diplomáticos extranjeros ni visitar embajadas y debía abstenerse de cualquier publicación en redes sociales.
El expresidente de derecha dijo que la tobillera que llevaba era “un símbolo de máxima humillación” hacia “una persona inocente, una cobardía contra un expresidente”. Ahora, no podrá salir a la calle y solo podrán visitarlo sus abogados.
La posición de Estados Unidos
Mientras tanto, el presidente de EE.UU., Donald Trump, calificó el juicio contra Bolsonaro de “cacería de brujas”. Y, como consecuencia, impuso aranceles del 50% a algunos productos brasileños el pasado jueves.
Además, el Departamento de Estado de EEUU criticó la decisión del juez Moraes y comunicaron que la medida “amenaza la democracia” y restringe el derecho del exmandatario a expresarse públicamente.
“Imponer aún más restricciones a la capacidad de Jair Bolsonaro de defenderse públicamente no es un servicio público. ¡Dejen a Bolsonaro hablar!”, concluyeron.

