En medio de un contexto de ataque y desfinanciamiento a las políticas de derechos humanos, la restitución del nieto 140 representa mucho más que una historia personal: es una victoria colectiva contra el olvido, la indiferencia y el negacionismo. Mientras se desfinancian organismos de derechos humanos y se busca instalar que “no fueron 30.000”, Abuelas de Plaza de Mayo vuelve a decir presente con lo más sagrado: la identidad.
En exclusivo por la Nueva Nueve, Estela de Carlotto confirmó el anuncio con emoción y adelantó que a las 14 darán un conferencia de prensa en la ex Esma para ampliar compartir más detalles.
El nuevo nieto restituido no es solo una cifra. Su identidad recuperada es un golpe certero contra quienes quieren reducir la historia a una disputa ideológica o a una cifra manipulable. Además, este caso es particularmente especial debido a que su hermana se desempeña dentro de la organización de Abuelas de Plaza de Mayo, “este encuentro, me imagino, va a ser de una emoción tremenda. A ella la conozco desde muy chiquita, es una mujer muy valiosa” expresó conmovida Estela.
Esta restitución llega en un contexto hostil. Las Abuelas atraviesan uno de los momentos institucionales más difíciles desde la vuelta de la democracia, como consecuencia negacionismo y la profundización del desfinanciamiento, “el Estado nos daba el dinero para el trabajo institucional, pero este gobierno, no nos dio un centavo” denunció Estela, y en este punto, si bien valoró el apoyo que reciben de parte de otros sectores, se mostró preocupada por la continuidad del organismo, “no saber si vamos a poder seguir” se lamentó.
No se trata solo de recursos, se trata de una decisión política de silenciar, invisibilizar y deslegitimar décadas de lucha.
Consultada sobre el vínculo con el Gobierno Nacional, la referente de DDHH afirmó que no hay relación, y expresó: “No pedimos hablar porque sabemos que no nos va a recibir. Es una persona que nos odia, que ofende al pueblo. Es legal como presidente, pero es ilegal como persona”.
En medio de este panorama, Estela insiste en que cada nieto restituido es una victoria contra la impunidad. “Cada nieto o nieta que aparece es una batalla ganada”, repite como una verdad que se ha hecho carne. Y no lo dice solo por lo que representa para las Abuelas, sino por lo que significa para una sociedad que necesita, más que nunca, reencontrarse con su historia.
“Esto no es secreto. Es delicadamente reservado. Pero no hay nada que ocultar. Cómo fue, por qué, a dónde estuvo, qué le pasó. Todo eso falta ver. Pero va a salir a la luz, como siempre“, sostuvo. Porque la verdad no se negocia, y tarde o temprano, encuentra su lugar.
Con casi 95 años, su rol sigue siendo activo. Aunque se retiró de algunas funciones, Estela se mantiene presente, “estoy preparada para ir a la ex ESMA y hacer la conferencia. Sé que nos pinchan los teléfonos. Hasta por seguridad, muchas cosas no se dicen por ahí“, explicó.
Finalmente, se refirió al rol de las nuevas generaciones y al desafío de mantener viva la memoria en un tiempo de discursos negacionistas y ataques simbólicos:
“Depende de cómo hayan educado a la persona joven. Si le han dicho la verdad, seguramente nos van a abrazar, como muchos lo hacen. Otros son indiferentes, o repiten cosas que no nos gusta escuchar“. Y agregó, en relación a los ataques sistemáticos de algunos sectores, “nosotras nunca ofendemos. Buscamos a quienes fueron robados durante una dictadura cívico-militar. Y lo seguiremos haciendo” concluyó.
Escucha la nota completa
