El Gobierno nacional busca avanzar con una reforma laboral que promete cambios profundos en los derechos de los trabajadores. La medida, que se presentaría tras las recientes elecciones y con el respaldo del Ejecutivo, generó preocupación entre especialistas y sindicatos, ya que tocaría puntos clave como la negociación salarial, la jornada laboral, las vacaciones y las indemnizaciones.
En diálogo con la Nueva Nueve, el abogado laboralista Leonardo Elgorriaga advirtió que estas modificaciones representan un retroceso histórico: “Se está dejando sin ningún tipo de protección al trabajador”.
Salario dinámico y negociación individual
Elgolriaga advirtió sobre la propuesta de un salario dinámico que modificaría la negociación salarial por actividad y obligaría a los trabajadores a acordar directamente con los empleadores.
Según explicó, “ese salario mínimo va a ser tan ridículo que cada trabajador va a tener que negociar con su empleador. Y sabemos lo que eso significa: el empleador te dice ‘esto es lo que voy a pagar’ y si no te gusta, ahí está la puerta”.
Extensión de la jornada y flexibilización horaria
La reforma también propone cambios en la jornada laboral, permitiendo superar las 8 horas habituales, incluso hasta 10 o 12, sin pago de horas extra, y aplicando un banco de horas que posibilitaría modificar permanentemente los horarios de trabajo.
Elgolriaga señaló que “modificación del horario y extensión de la jornada dejan al trabajador en una situación de total indefensión. Puede trabajar más horas por el mismo salario”.
Vacaciones y beneficios
Otro cambio controvertido es la fragmentación de las vacaciones, que podrán otorgarse en cualquier momento del año y en bloques mínimos de una semana. Además, se incorporan retribuciones variables por mérito que no generan derechos adquiridos. Para el especialista, “esto implica una destrucción total de las bases históricas de derechos y conquistas del movimiento obrero”.
Indemnizaciones y régimen judicial
La reforma modificaría el cálculo de las indemnizaciones, manteniendo un esquema de un mes por año trabajado, pero con un tope de 10 sueldos y exclusión del aguinaldo del cálculo.
Además, las empresas podrían pagar los juicios laborales en 12 cuotas. Elgolriaga calificó estas medidas como “cambios absurdos que reducen la protección al trabajador y dejan sin efecto derechos que se habían conquistado históricamente”.
Reacción de sindicatos, sociedad civil y retroactividad
El especialista sostuvo que la respuesta de sindicatos, organizaciones sociales y movimientos estudiantiles será clave para frenar la reforma. “Si no se reacciona, la situación es sumamente grave. La sociedad civil debe salir al frente para proteger los derechos laborales”, advirtió.
Elgolriaga aclaró que los cambios no afectarían situaciones pasadas, sino únicamente hechos laborales que ocurran después de la entrada en vigencia de la ley.
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