Su objetivo, según ha explicado una fuente gubernamental a Reuters, es disipar el enfado por las políticas económicas que ha desencadenado las mayores protestas en el país en años.
El encargado de formar Gobierno ahora será Omar Al-Razzaz, según informa la televisión estatal Al-Hadath.
El primer ministro dimite así antes de que se lo pidiese el rey, que ha pedido concesión a ambas partes. Abdulá quería mitigar el clima de tensión vivido en las calles del país en los últimos días, con miles de jordanos protestando en la capital, Amman, y en varias ciudades.
Según el general de la Policía, Fadel al-Hamoud, las fuerzas de seguridad han detenido hasta ahora a 60 personas y 42 agentes han resultado heridos por vulnerar la ley durante las protestas, ne las que dispararon gas lacrimógeno y bloquearon calles para dispersar a los manifestantes.
La ira de los jornados ha ido en aumento desde que el Gobierno subiera el impuesto a las ventas a principios de año y tras la abolición de los subsidios al pan, medidas impulsadas por el Fondo Monetario Internacional.
Al-Mulki, un político afín a los negocios, asumió el cargo de primer ministro en mayo de 2016 con la responsabilidad de resucitar una lenta economía golpeada por la agitación regional. Sin embargo, sus subidas de impuesto le han costado la popularidad, que se ha hundido desde entonces.
"El Gobierno nos ha dejado sin céntimos...No nos queda dinero en nuestros bolsillos", era uno de los lemas entonados por los jordanos. Entretanto, los sindicatos en los sectores público y privado han convocado una huelga general para el miércoles.
Las manifestaciones se intensificaron el sábado después de que Al-Mulki se negara a retirar un proyecto de ley por el que quería aumentar los impuestos personales y empresariales, al defender que es decisión del Parlamento. Centenares de manifestantes se han negado a abandonar desde entonces las protestas hasta la retirada del proyecto de ley.