En una sesión cargada de tensión y expectativa, el Senado de la Nación rechazó anoche el proyecto de Ley de Ficha Limpia, una iniciativa central del gobierno de Javier Milei que buscaba prohibir las candidaturas de personas condenadas por delitos de corrupción en segunda instancia.
El resultado fue ajustado: 36 votos a favor y 35 en contra, a solo un voto de la mayoría absoluta necesaria para su aprobación.
El revés legislativo generó fuertes reacciones dentro y fuera del recinto. Las miradas se posaron especialmente sobre los senadores misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, quienes votaron en contra del proyecto, pese a haber mostrado respaldo en instancias previas. Su decisión, interpretada por algunos como una jugada política aliada al kirchnerismo, fue decisiva para el desenlace.
El presidente Javier Milei no tardó en manifestar su descontento a través de sus redes sociales: "Lamentable. Una vez más, la casta política elige protegerse a sí misma en lugar de escuchar al pueblo", publicó. Desde el oficialismo, acusaron al kirchnerismo de bloquear la ley para preservar "la impunidad de sus referentes".
La iniciativa, que ya había sido aprobada en la Cámara de Diputados en febrero, no podrá volver a tratarse hasta el próximo período legislativo, que inicia en marzo de 2026.
La ley apuntaba, entre otras cosas, a impedir una posible candidatura de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuya condena en la causa Vialidad fue ratificada por la Cámara de Casación en 2023, por lo que, su rechazo marca un nuevo capítulo en la lucha política de la expresidenta, cuya figura sigue siendo un factor determinante en el futuro de la política argentina.
Frente a esta negativa, Cristina Fernández de Kirchner mantiene sus posibilidades de presentarse a futuras elecciones, un escenario que podría reconfigurar el panorama electoral de cara a los comicios de 2025.