Giovanni Frutero, un santafesino que vive en Copenhague, Dinamarca, contó este viernes en Primera Mañana cómo se vive en ese lugar en medio del coronavirus.

Con un clima cercano a los 20 grados, en plena primavera, y con un tiempo soleado, sostuvo que "el gobierno dispuso medidas muy rápidamente como el cierre de escuelas, bares y de concurrencia, mucho más rápido que Suecia y Alemania". 

"Ahora estamos entre 7 y 8 mil infectados, con una tasa muy baja de mortalidad, de unas 394 personas, porque respondió muy bien el sistema de salud. Es una tragedia por esas personas pero a comparación con los números mundiales es muy bajo".

"Ahora se puede hacer todo, pero menos ir a instituciones públicas, los bares y boliches siguen cerrados. Lo que se respeta muchísimo es el distanciamiento social, nadie se puede acercar a dos metros de distancia a otra persona, se respeta estrictamente el distanciamiento social voluntario", agregó Giovanni. 

Aquí nunca dejamos de circular por la calle, se apeló mucho a la educación y al respeto de las personas. Debemos usar barbijos, así que no podemos decir cuánto llevamos de cuarentena. nunca hubo aislamiento obligatorio", contó sobre la forma de vida. 

Sobre los testeos, relató que "al principio se hicieron, yo trabajaba en un bar y pasaron a controlar, pero una vez que se acható la curva, se dejaron de hacer controles sorpresa y se hacen a domicilio sobre consultas puntales". 

Con respecto a las costumbres y metodologías de salud, "cada persona tiene un médico de cabecera que tenes que llamar. En el transporte público al principio hubo una suspensión en los subtes y no en los trenes. Para el gobierno es muy fácil controlarlo porque la gente respeta el distanciamiento social. En Argentina creo que no estamos preparados para cumplir esto, si se marca una línea se respeta y sino te lo hacen saber, pero la Argentina no está preparada para eso", expresó.

"Los empleados en blanco que quedaron sin trabajo, el Estado les pagaba el 80%. Aquí los impuestos son altísimos, se abona el 36% y algunos que tienen más altos ingresos hasta el 50% y con eso se solventa la ayuda social", señaló sobre la ayuda estatal. 

Por último mencionó que "se piensa en abrir de a poco los bares el mes que viene para pocas personas, y algunos supermercados grandes ya permiten que ingresen hasta 500 personas. El eje para que pase todo esto es el respeto por el otro, la tolerancia, y ser más humano, porque se ve mucha violencia verba por las redes y ese no es el camino, es el momento para tirar adelante todos juntos", reflexionó Giovanni en el final de la entrevista.