— Victoria Castro Demiryi
Vecinos del barrio de Alto Verde están realizando las pruebas a campo de esta tecnología que se basa en colgar un broche en el tallo de la planta. La técnica fue aplicada con éxito en los laboratorios del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL). Raquel Chan, directora del grupo de investigación explica que: “Hay muchos científicos en el mundo que estudian las plantas, su hábitat, su relación con los demás seres vivos. La mayoría de los estudios se focaliza en las hojas, las flores, las raíces y las semillas. A los pobres tallos se les presta mucha menos atención. Entonces, nos propusimos estudiar los tallos y ver alguna forma de engordarlos para probar si eso realmente generaba el aumento de producción”.
Este fue el punto de partida para que el equipo del IAL, instituto de doble dependencia perteneciente al CONICET y a la Universidad Nacional del Litoral, pudiera demostrar que la técnica funcionaba en algunas plantas que dan semilla y que crecen con un único tallo principal. la aplicación de un peso determinado sobre el tallo, durante un período acotado y en un estadio específico del desarrollo vegetal, generaba cambios que, al momento de la cosecha, se traducían en un aumento de la producción. Los estudios en laboratorio resultaron satisfactorios con plantas de girasol, soja, chía y quinua que, luego del tratamiento, daban entre un 30 y un 50% más de semillas.
A partir de estos resultados el equipo del IAL integrado por las investigadoras Elina Welchen, Julieta Cabello y Carolina Attallah, se propuso ensayar colocando el peso de un broche en distintas especies que se cultiven en huertas de la agricultura familiar. “Probamos con tomates, en los que lo que se cosecha son los frutos y no las semillas, y también nos dieron muchos más tomates por planta y estamos probando en árboles, pero todavía no pudimos ver la producción, aunque sí el engrosamiento del tallo” señala Chan.
Para que esta tecnología llegue a productores pequeños, se asociaron con el Dr. Mario Storti del Centro de Mecánica Computacional (CIMEC) de nuestra ciudad, e investigadores del INTA y la Facultad de Agronomía de Tucumán. Juntos pretenden diseñar una unidad específica de peso, que reemplace el broche y pueda aplicarse a distintas especies vegetales. La propuesta que cuenta con financiamiento del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, en el marco del programa “Argentina contra el hambre”, incluye además la generación del material didáctico necesario para la apropiación y difusión del desarrollo.
Mientras el diseño y construcción de la unidad de peso se encuentra en marcha, el grupo de investigadores dirigidos por Chan ha comenzado a realizar la transferencia de esta tecnología a vecinos de una asociación del Barrio de Alto Verde de nuestra ciudad. En relación con esta experiencia la investigadora concluye: “Vamos a dedicar parte de nuestro tiempo a la enseñanza de esta técnica que es muy muy sencilla y la puede hacer cualquier persona. Queremos que llegue a la mayor cantidad posible de gente ya que les podrá redituar más rinde con un esfuerzo pequeño”.
*Victoria Castro Demiryi, Comunicación Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL)