— La Capital
El presidente de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, Daniel Erbetta, pidió “no naturalizar lo que está pasando en Rosario", y afirmó: "No se puede aceptar la violencia y el narcotráfico como si nada se pudiera cambiar, esto interpela a la política y a los tres poderes del Estado”.
"Parecía que habíamos tocado fondo y seguimos cada vez más buscado una mayor profundidad. Me da la impresión de que nadie puede mirar para otro lado", enfatizó el magistrado.
Puntualizó que “aquí hay tres elementos, tres grandes actores: la policía, el Ministerio Público Fiscal y la Penitenciaría, en algunos de estos tres sectores hay más problemas que en otros". En esa línea, indicó que "desde la cárcel se siguen dando instrucciones para las balaceras y extorsiones, crímenes por encargo".
"Hay que empezar a hacer algo", afirmó y continuó: "Esto no va a cambiar si no se acepte el problema, si no se reconoce. Si no se asume no voy a poder nunca pensar en una solución y a esto tiene que hacerlo la política".
Para el presidente de la Corte, Santa Fe necesita de "una reforma policial, revisar los reglamentos del sistema penitenciario, fortalecer el Ministerio Público Fiscal y esto demanda la intervención del Poder Ejecutivo, del Poder Judicial y fundamentalmente de la Legislatura de la provincia".
"Creíamos que habíamos tocado fondo y pareciera que el fondo todavía no llega. Acá hay un problema grave, tenemos una disputa violenta por mercados que están totalmente desregulados", manifestó en declaraciones a la emisora LT 8 de Rosario.
En ese sentido, ejemplificó: "Hamburgo es el principal puerto de ingreso de la droga en Alemania y la policía alemana lo sabe perfectamente, el mercado se regula y hay límites, ni muertos, ni financiamiento de la política con este dinero. Esa situación no se da en la ciudad de Rosario, se ha perdido el control del territorio".
Con relación a los niveles de responsabilidad de la policía en el crecimiento del narcotráfico en Rosario, el magistrado sostuvo que si bien "hay mucha gente que trata de cumplir a conciencia con su deber, el problema son los niveles de autonomización y de atomización de la policía".
En esa línea, recordó: "Hay muchos jefes policiales y agentes de la policía que están condenados, otros sometidos a proceso. Están condenados porque no solo brindaron protección, sino que en algunos casos han pasado a gerenciar estos negocios conjuntamente con los sectores que controlan la calle y hacen uso de la violencia".
Afirmó que hay "una responsabilidad importante del poder político" y argumentó: "Porque a la policía la debe gobernar la política. Nunca puede autogobernarse la policía".
Insistió en que "el proceso de autonomización de la policía no es nuevo", y advirtió: "Se inicia varios años atrás. Porque de lo contrario no podrían pasar las cosas que pasan. Tampoco tener los niveles de integrantes de la fuerza sometidos a proceso penal o condenados. No es común".
Por último, el presidente de la Corte santafesina subrayó que revertir esta situación “demanda un compromiso político y de los poderes públicos, que dejen por un momento las elecciones de lado, las especulaciones electorales, y que de una vez por todas nos sentemos a consensuar una estrategia sostenida en el tiempo. Hubo en Santa Fe proyectos de reforma policial y de seguridad que implicaban una mayor modernización, democratización y un fuerte control política de la fuerza policial. Puede haber matices, pero se necesita un puntapié inicial para la discusión de la reforma policial. La actual estructura policial atrasa”.
Sobre el secuestro y asesinato al azar de Lorenzo "Jimi" Altamirano, ocurrido el miércoles pasado frente al estadio Marcelo Bielsa, Erbetta resaltó: "Se cometió en una zona céntrica de la ciudad, en las puertas de un club, pareciera que ya no hay límites. No se puede tolerar que Rosario siga atravesando esta situación”.