"Venezuela rechaza categóricamente el comunicado del portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos (Matthew Miller) en defensa de operadores criminales, (...) la defensa que el Departamento de Estado hace de estos actores criminales pretende convertir sicarios, terroristas y golpistas en víctimas", reza un comunicado de la cartera ministerial.
En ese sentido, ha asegurado que un sector de la oposición ha pretendido crear "un nuevo ambiente de violencia política en el país ante el venidero proceso electoral" y "respondiendo a los intereses estadounidenses", y ha recordado que, entre 2023 y 2024, las autoridades venezolanas han desactivado "siete conspiraciones que tenían como objetivo atacar instalaciones militares, realizar atentados contra la vida de la alta dirigencia de la Revolución Bolivariana, generar violencia en actividades políticas y perturbar la paz nacional".
Desde Caracas han rechazado la "práctica de presentar a los responsables de estos hechos como perseguidos políticos", y ha acusado a Washington de "perseguir a todo el pueblo venezolano" mediante la imposición de "sanciones criminales" y el "amparo a los violentos de la extrema derecha venezolana".
Así, el Gobierno venezolano ha prometido seguir actuando contra las "conspiraciones" y las "agresiones", y en favor del "libre desempeño del proceso electoral" y en defensa de "la paz, la estabilidad, la recuperación económica y el bienestar social de la familia venezolana".
Durante el fin de semana, Miller denunció "el acoso continuo y los arrestos injustificados de miembros de la oposición democrática en Venezuela", alegando que se trataba de "otra medida más de (el presidente de Venezuela) Nicolás Maduro y sus aliados para socavar los compromisos asumidos en virtud del Acuerdo de Barbados de 2023".