En los últimos días trascendió que Rusia habría localizado en aguas británicas de la Antártida una de las mayores reservas de petróleo del planeta.

Sin embargo, existen tratados internacionales, que prohíben explícitamente la explotación de hidrocarburos en esa región, y establecen como única actividad autorizada aquella con fines científicos. 

Para profundizar sobre este hallazgo, LT9 dialogó en exclusivo con Juan Ignacio Percoco, doctor en Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario -UNR- y de la Universidad Nacional de San Martín -UNSAM-. 

"En principio estaría bueno que maticemos. Me parece que lo más importante es tener un poco de perspectiva en todo lo que ha sucedido" comentó al inicio de la charla Percoco. 

Además, aclaró que si bien este hecho impactó mediáticamente esta semana, "el descubrimiento, por lo menos lo que se sabe hasta ahora, se retrotrae al 2020" y la acción la llevó adelante "un barco de investigación ruso en el mar de Weddell, una zona de la Antártida que está en disputa entre Argentina, Chile y Inglaterra" indicó el profesional.

"Esto cobró trascendencia periodística y política esta semana en el marco de una serie de audiencias que se dieron en el Parlamento británico" comentó  Percoco, y en este sentido advirtió que también resulta necesario poner en perspectiva esta situación, "¿por qué será ahora? Nos podríamos preguntar, o por lo menos por qué avanza esto".

En lo que refiere a las dimensiones del hallazgo, el profesional señaló: "Estamos hablando de un descubrimiento, a los fines prácticos de realizarse, del equivalente de 20-30 vacas muertas, son 510 millones de barriles de petróleo", y aseguró que estas cantidades podrían cubrir las necesidades del planeta "por varios años, es mucho más grande que las reservas de Arabia Saudita", mencionó de manera comparativa. 

"De concretarse, estamos hablando de un descubrimiento muy significativo".

Por otra parte, explicó que en lo que refiere a relaciones internacionales, "por lo menos en la historia de la humanidad, se ha demostrado que los tratados siempre van a ser saludables, en tanto que los Estados miembros decidan sostenerlos". En este caso en particular detalló que "hoy en día el Tratado Antártico -1961- sigue vigente", aunque "ha habido serias discusiones en torno a eso, y se percibe un incremento de la tensión, o por lo menos un incremento de la percepción de cierto estado de que va a haber que discutir algunas cláusulas".

Mientras que "a nivel de cancillería, todos los actores involucrados, sostienen que la investigación de Rusia fue una investigación científica, Rusia sostiene que estaba haciendo actividades científicas, y todos los actores vuelven a decir que la explotación de minerales o de hidrocarburos en la zona de la Antártida está estrictamente prohibida por el tratado", en este punto marcó un detalle de importancia que consiste en la firma de "un protocolo en 1998, que establece que esto podrá ser recién revisado en el 2048".

Además, el tratado establece que ningún país "tiene posesión soberana sobre el continente". Por este motivo "hay bases de un montón de países que no tienen incluso reclamaciones territoriales", en tanto "Argentina tiene una reclamación sobre el territorio antártico desde principios del siglo XX, a la que luego se le sumó -unos años después- una reclamación de Gran Bretaña, basada obviamente en la ocupación de las Islas Malvinas, desde su posición de potencia en la región, y Chile también sumó ya a mitad del siglo XX, 1940 aproximadamente una reclamación territorial" especificó Percoco. 

"Sin embargo, ninguno de los países tiene una posesión efectiva sobre el territorio". 

Finalmente, el funcionario sostuvo que "cualquier cosa que pase en el Atlántico Sur, cualquier cosa que pase en la Antártida, es un tema extremadamente sensible para la Argentina y debería ser un tema de política de Estado", y planteó que "debería existir un consenso político amplio entre todas las fuerzas de cómo llevar adelante la reclamación y la preocupación. El Atlántico Sur es la mayor preocupación estratégico-militar del país y también puede ser fuente de muchos recursos".

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