El portavoz de la diplomacia israelí, Oren Marmorstein, ha indicado que esta publicación "es otro ejemplo del cínico teatro político llamado ONU, y otro ejemplo del punto más bajo al que ha llegado la organización que dirige el secretario general, (António) Guterres".
Así, ha considerado que el texto "ha sido elaborado por una entidad nacida en el pecado, que viola las normas de la propia ONU y cuyos líderes están parcializados y contaminados por una clara agenda antiisraelí que ya expresaron en declaraciones públicas previas a su nombramiento".
"El informe describe una realidad alternativa en la que décadas de ataques terroristas han sido borradas, no reflejan continuos ataques contra ciudadanos israelíes y no existe un Estado democrático que se defiende de un ataque terrorista. Para colmo de males, el informe está lleno de acusaciones falsas y libelos de sangre contra soldados", reza un comunicado.
Con todo, ha afirmado que esto "no sorprende pero sigue siendo decepcionante" que en la "era de Guterres en la ONU, se registrara otro nuevo récord de desconexión entre la ONU y la realidad que enfrentan los países democráticos".
La Comisión de Investigación sobre los Territorios Palestinos Ocupados -- cuyos trabajos fueron "obstruidos" por Israel, que evitó su entrada en Israel y los territorios palestinos-- ha publicado la que supone la primera investigación del organismo internacional sobre los sucesos derivados de los ataques ejecutados el 7 de octubre contra territorio israelí, que incluye entrevistas con víctimas y testigos, el análisis de informes médicos forenses, imágenes por satélite y de documentos de fuentes abiertas.
La comisión ha subrayado que Israel ha perpetrado crímenes contra la humanidad en el marco de su ofensiva contra Gaza, incluidos los de exterminio, persecución de género contra hombres y niños palestinos, asesinato, traslado forzoso, torturas y tratamientos crueles e inhumanos, según un comunicado publicado para recopilar las conclusiones de las pesquisas.
En esta línea, ha indicado que las autoridades israelíes son responsables también de crímenes de guerra, incluido el uso del hambre como método de guerra, asesinato, ataques intencionados contra civiles y objetos civiles, traslado forzoso, violencia sexual, torturas y trato inhumano o cruel, detención arbitraria y violaciones de la dignidad personal.
Por otra parte, la comisión de investigación ha señalado que el brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezzeldín al Qassam, y otras seis facciones armadas palestinas cometieron crímenes de guerra durante sus ataques del 7 de octubre, al atacar de forma intencionada a civiles, cometer asesinatos, torturas, tratos inhumanos o crueles, destruir o incautar la propiedad del adversario, cometer ofensas a la dignidad personal y tomar rehenes, incluidos niños.
Asimismo, según testimonia Europa Press, ha agregado que miembros de estos grupos, "en ocasiones ayudados por palestinos vestidos de civil", asesinaron de forma deliberada, hirieron, torturaron, secuestraron y cometieron actos de violencia sexual y de género contra civiles y miembros de las fuerzas de seguridad israelíes, algunos de los cuales estaban fuera de servicio.
La comisión ha instado además a las autoridades palestinas y a las instauradas por Hamás en la Franja de Gaza que cesen inmediatamente los ataques con proyectiles, liberen sin condiciones a todos los rehenes secuestrados durante los ataques del 7 de octubre, que investiguen "de forma exhaustiva e imparcial" las violaciones y juzguen a los responsables.