En una audiencia imputativa que duró tres días, el juez Gustavo Pérez de Urrechu dictaminó este jueves la prisión preventiva efectiva por seis meses para 13 policías y 3 civiles por defraudación al Estado con la carga irregular de combustible en patrulleros que tiene como eje a la estación de servicio Puma, ubicada en Ovidio Lagos al 3900. Por otro lado, se dispuso la liberación de María D. F., (empleada administrativa del negocio de expendio) sujeta a una serie de medidas alternativas.
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El fiscal José Luis Caterina dijo que los delitos se cometieron bajo la “sobrefacturación de cargas de nafta” y “facturación fantasma” de vehículos que, en algunos casos, estaban declarados como fuera de servicio. En principio, el perjuicio para el Estado es de 45 millones de pesos mensuales a través de esas presuntas maniobras defraudatorias.
En rueda de prensa, el investigador declaró: “La teoría del caso nuestra consiste en que después (de la sobrefacturación del combustible) todos esos efectivos policiales iban a cobrar una especie de dádiva a cambio de toda esa enorme facturación”.
“Para que ustedes se den una idea, solamente los móviles de Comando, que no son todos los móviles del sur de Santa Fe o de la Unidad Regional II, pero que son muchos, estaban facturando en esa estación de servicio 5 millones de pesos al día”, agregó. Luego, precisó: “Es un número que estamos pensando de 150 millones de pesos al mes solamente en esa estación, y solamente del Comando, sin contar otros”.
Entre los casos, Caterina mencionó el de un jefe de la Brigada de Orden Urbano (BOU), quien en un mes llegó a cargar 1.400.000 de pesos en un vehículo particular que utilizaba su pareja, que también es policía, en otra división. “Un vehículo que estaba a cargo del jefe del BOU, o sea que lo utilizaba de manera personal, ilícitamente , tenía facturaciones completamente fantasmas, sin ningún tipo de contraprestación, sin ninguna carga. Por un solo vehículo en un mes, se defraudaba en un millón de pesos. Un comisario hacía eso con su propio vehículo”, relató el fiscal.
Además, explicó que “la particularidad de esta investigación es que ha quedado detenido y en prisión preventiva un comisario que ya estaba con categoría de subdirector. Hay muy pocos efectivos policiales que tengan una categoría tan alta, y que estaba como jefe de Secretaría Privada de la Unidad Regional II. Se involucraba en toda la cuestión de combustible, se ofrecía a presionar por partidas ampliatorias en la ciudad de Santa Fe, que llamaba y que creemos que recibía dádiva”.
La pesquisa incluyó tareas de inteligencia sobre la estación de servicios Puma, en la que personal de Asuntos Internos filmó y fotografío a jefes policiales, y otros uniformados, entrando y saliendo cada 15 días del comercio, con sobres de papel madera. Para el fiscal, eso sería prueba del pago y el cobro de coimas.