El representante de jugadores Ricardo Schlieper será el subsecretario de Deportes del Gobierno de Javier Milei. El cargo le fue ofrecido por quien ocupará el puesto de ministro del Interior, Guillermo Francos, y solo resta la oficialización.
Se trata de un rosarino de 64 años que militó en el PRO durante varios años y que también fue periodista deportivo en las décadas del 70 y 80, como corresponsal de Clarín y El Gráfico.
Luego, se asoció a un colega, Juan Luis Berros (actual agente de Marcelo Gallardo) en la gestión de técnicos y futbolistas. Uno de los primeros futbolistas con los que trabajó fue Jorge Balbis, zaguero de Rosario Central en esa época, quien luego fue su compañero de trabajo, además de padrino de su hijo.
Schlieper fue manager del Pato Abbondanzieri, el Beto Márcico, Hernán Díaz, Juan Antonio Pizzi, los Melli Barros Schelotto, Gustavo Zapata, el Chemo del Solar, Gabriel Heinze y Juan Simón, entre otros.
Una de sus últimas operaciones fue con Riquelme, llevó a Lucas Blondel de Tigre a Boca. También está a cargo de Maxi Lovera, ex Racing.
En la política, gestionó junto a Ricardo López Murphy y luego con Mauricio Macri en el PRO. Fue candidato a intendente de Rosario por el Pro en 2011 y candidato a diputado nacional en la lista presidencia de Patricia Bullrich, pero no le alcanzaron los votos.
Con este nueva función pública, muchos se preguntan si no genera incompatibilidad, ya que deberá estar en contacto con clubes que a su vez él tiene ciertos intereses.
Todavía la designación de Schlieper no fue oficializada, pero sí se sabe que contará con un presupuesto más acotado que la gestión de Matías Lammens, que estuvo a cargo del ministerio de Turismo y Deportes de la Nación.
En un posteo en X (ex Twitter) había valorado positivamente a las sociedades anónimas deportivas, una figura legal que fue contundentemente rechazada por la AFA y sus clubes afiliados.
También, se había opuesto fuertemente a la eliminación de descensos por parte de la AFA:
“El fútbol argentino. Siempre se puede estar peor. Aprovechando el manto de impunidad que les dio a los dirigentes el mundial de Qatar”.
