La investigación que rodea al caso Jeremías Monzón avanzó mucho desde el viernes 26 de diciembre, cuando tras una serie de allanamientos en diferentes puntos de Santa Fe y Santo Tomé, se procedió a la detención de al menos cuatro adolescentes y el secuestro de diversos elementos de interés.
Los peritajes criminalísticos realizados por agentes del área Científica de la Policía de Investigaciones (PDI) en la escena del crimen y al trabajo de los pesquisas de Homicidios de la PDI, permitieron delinear el perfil de una causa que expone una de las tramas más estremecedoras de los últimos años en la ciudad de Santa Fe en el que víctima y victimarios son adolescentes.
Los datos
Todo el material probatorio fue concentrado en el despacho del fiscal de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Gonzalo Iglesias, a cargo de una investigación que ya cuenta con datos centrales: la necropsia estableció que Monzón fue asesinado con al menos dos armas blancas, una de ellas un cuchillo y la otra un objeto metálico de características similares a un destornillador, lo que refuerza la hipótesis de que al menos dos personas participaron del ataque. Las más de 20 puñaladas en el cuerpo de Jeremías hablan de una violencia y crueldad inusitadas y todo indica que el fatídico ataque fue premeditado.
Las pistas
Por ahora, las pistas son más confusas que esclarecedoras. Pero hay un dato que abre la puerta a una posible trama delictiva de alta peligrosidad y violencia: el asesinato habría sido filmado. Para los investigadores, el gesto de registrar un homicidio es atípico. En general, los asesinos quieren ocultar los crímenes, no mostrarlos. Aunque como antecedente se puede citar el triple femicidio de Florencio Varela ocurrido en setiembre de 2025.
Al momento de denunciar la desaparición de Jeremías, su familia dijo que había ido a encontrarse con su novia, la adolescente de 16 años que está detenida y sobre la que pesan todas las sospechas. Fue en ese marco que la primera hipótesis de la Justicia apuntó a una relación violenta como trasfondo del ataque. Sin embargo con el correr de la investigación ese indicio se diluyó. Es en este contexto toma fuerza el dato de que en uno de los teléfonos celulares secuestrados a uno de los adolescentes aparecen fotos y videos del momento en el que se cometía el brutal crimen de Jeremías. Las teorías investigativas actualmente no descartan una venganza o la búsqueda de posicionamiento o demostración de fuerza ante una red delictiva de alta peligrosidad.
Lo que sigue
De lo encontrado en los celulares se podría desentrañar cómo era realmente la relación entre los acusados y Jeremías. Además, esperan que en la audiencia de mañana lunes, en la que se imputará el hecho a la menor M. A. surjan datos útiles para confirmar o refutar hipótesis de un crimen que conmueve por su brutalidad.






















