El gobierno de Javier Milei avanza con el plan de privatización de Agua y Saneamientos Argentinos S.A. (AySA), en el marco de su política de reducción del Estado. Diversos actores del sector empresarial, tanto locales como internacionales, han manifestado su interés en participar del proceso.
Uno de los principales interesados es Mekorot, la compañía estatal de agua de Israel. Durante su visita oficial a ese país, el presidente Milei mantuvo reuniones con representantes de la firma y funcionarios del área. Según fuentes periodísticas, uno de los temas centrales fue la modificación del esquema tarifario y la posibilidad de implementar cortes de suministro por falta de pago.
La empresa Mekorot ya tiene antecedentes en el país. Durante el gobierno anterior se concretaron acuerdos preliminares con participación de la firma, cuyo modelo de operación incluye cláusulas confidenciales y control limitado por parte de organismos externos.
Por otro lado, también figura como interesado Mauricio Filiberti, propietario de Transclor, empresa proveedora de insumos químicos para la potabilización del agua. Filiberti ya había tenido participación en AySA durante gestiones anteriores y mantiene vínculos con distintos sectores políticos.
Otro actor que se ha sumado al interés es el grupo Edenor, controlado por el empresario José Luis Manzano. La firma, dedicada a la distribución eléctrica, evalúa una posible ampliación de sus operaciones al rubro de agua y saneamiento.
La propuesta oficial incluye la revisión del esquema de tarifas y un nuevo marco normativo para la operación del servicio. El proyecto se encuentra en etapa de evaluación y ha generado consultas y observaciones por parte de especialistas en servicios públicos y organismos reguladores.
Actualmente, AySA presta servicios a más de 14 millones de personas en el Área Metropolitana de Buenos Aires. La definición sobre su futuro podría implicar cambios en la administración, la regulación del servicio y las condiciones de acceso para los usuarios.
