¿Tiene razón cuando dice que esta tecnología podría, a largo plazo, salvar a la propia raza humana?
Introducir electrodos en el tejido cerebral no es nada nuevo.
En las décadas de 1960 y 1970 se utilizó la estimulación eléctrica para desencadenar o suprimir el comportamiento agresivo en los gatos. A principios de la década de 2000, se entrenaba a monos para mover un cursor por la pantalla de una computadora usando solo sus pensamientos.
“No es nada nuevo, pero la tecnología implantable tarda mucho en madurar y llegar a una etapa en la que las empresas tienen todas las piezas del rompecabezas y realmente pueden empezar a unirlas”, dice Anne Vanhoestenberghe, profesora de dispositivos médicos implantables activos. en el King’s College de Londres.
Neuralink es una entre un número creciente de empresas y departamentos universitarios que intentan perfeccionar y, en última instancia, comercializar esta tecnología. La atención se centra, al menos al principio, en la parálisis y el tratamiento de afecciones neurológicas complejas.
El cerebro humano alberga alrededor de 86 mil millones de neuronas, células nerviosas conectadas entre sí mediante sinapsis. Cada vez que queremos movernos, sentir o pensar, se genera un pequeño impulso eléctrico que se envía increíblemente rápido de una neurona a otra.
Los científicos han desarrollado dispositivos que pueden detectar algunas de esas señales, ya sea utilizando una gorra no invasiva colocada en la cabeza o cables implantados en el propio cerebro.
Esta tecnología, conocida como interfaz cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés), es hacia donde parece dirigirse en este momento muchos millones de dólares en fondos para investigación.
El dispositivo de Neuralink, del tamaño de una moneda, se inserta en el cráneo, con cables microscópicos que pueden leer la actividad neuronal y transmitir una señal inalámbrica a una unidad receptora. La empresa realizó pruebas en cerdos y afirmó que los monos pueden jugar una versión básica del videojuego Pong.
Recibió la aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE. UU. para ensayos en humanos en mayo de 2023.
Ahora sabemos que el primer paciente recibió su implante, pero los detalles son escasos. Musk sólo ha dicho que la persona se está “recuperando bien” y los resultados iniciales muestran una “detección prometedora de picos neuronales”.
Puede que todo suene a ciencia ficción, pero de alguna manera Neuralink se está poniendo al día.
Uno de sus principales rivales, una nueva empresa llamada Synchron, respaldada por fondos de firmas de inversión controladas por Bill Gates y Jeff Bezos, ya ha implantado su dispositivo similar a un stent en 10 pacientes.
En diciembre de 2021, Philip O’Keefe, un australiano de 62 años que vive con una forma de enfermedad de la neurona motora, compuso el primer tweet usando solo sus pensamientos para controlar un cursor.
