— Infobae
El ministro de Economía Martín Guzmán estuvo reunido en Washington por espacio de una hora con Kristalina Georgieva, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional.
Se trata del encuentro más relevante luego de cuatro días intensos en esta capital de discusiones técnicas con el organismo, en el contexto de las reuniones de Primavera del Fondo y el Banco Mundial y bilaterales del G20.
“Recalibrar” es la palabra central de este viaje para Guzmán y los equipos técnicos de Economía y el Banco Central que viajaron esta semana a DC y mantuvieron reuniones diarias con funcionarios del FMI. De cambiar las metas de acuerdo, sobre todo de inflación y déficit, y de cómo hacerlo se discute desde el mismo día que el board del FMI aprobó un préstamo que nació viejo por el impacto de la guerra en los precios de los commodities, sobre todo los energéticos. Fue el 25 de marzo, hace menos de un mes. Ahora, en persona, ese trabajo de recalibración se hizo más arduo, aunque aún no hay detalles de los cambios que se implementarán.
“Falta”, aseguran en Economía. Guzmán confía en que las dos primeras revisiones del FMI al programa, en mayo y septiembre, no serían un problema. Pero, como explicaron fuentes entendidas a Infobae días atrás, las revisiones son para atrás, como la palabra lo indica, pero en estos casos también para adelante: importa lo que pasó, pero mucho más lo que vendrá. De ahí el arduo trabajo para consensuar nuevos números y la importancia que tendrá lo acordado para la segunda mitad del año y el comienzo del próximo.
Esta semana, en reuniones bilaterales con alguno de sus pares y en plenarios del G20, Guzmán habló de la inflación, casi siempre del fenómeno global. “El desafío más complejo, consistente con la historia argentina, ha sido el problema inflacionario y el contexto de la guerra en Ucrania ha intensificado las presiones”, destacó e insistió que “como comunidad global, necesitamos encontrar mecanismos de implementar políticas que permitan que nuestras sociedades no enfrenten un shock muy regresivo, porque si no hacemos esto, vamos a ver consecuencias duraderas, tanto a nivel social como a nivel político”.