¡Habemus Papam! Minutos después de las 13 de este jueves finalmente hubo fumata blanca desde la chimenea de la Capilla Sixtina, lo que significa que los cardenales ya eligieron al sucesor de Francisco.
La decisión de los purpurados -provenientes de 70 países del mundo- se concretó en la cuarta votación, apenas un día después del inicio del cónclave. Se trata de uno de los procesos más breves de la historia reciente del Vaticano.
Apenas apareció el humo blanco, estalló la emoción entre los miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro. Las campanas de la Santa Sede comenzaron a sonar en señal de anuncio y celebración, mientras crecía la expectativa global.
Según marca el protocolo, el nuevo pontífice fue llevado a la llamada "Sala de las lágrimas", un espacio reservado en el que el flamante Papa se prepara antes de su primera aparición pública. En los próximos minutos, saldrá al balcón central de la Basílica de San Pedro para saludar a los fieles y dar su primera bendición como líder de la Iglesia Católica.
El nombre elegido por el nuevo Papa y su país de origen se revelarán oficialmente cuando el cardenal protodiácono pronuncie la tradicional fórmula en latín: “Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!”
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