Hay épocas del año en que los alérgicos parecen no poder escapar del pañuelo: los períodos en que la polinización alcanza su punto máximo y las condiciones climáticas intensifican los síntomas. Afortunadamente, también existen consejos prácticos que pueden ayudar a sobrellevar mejor el aire cargado de polen y disfrutar de la primavera.
En diálogo con la Nueva Nueve, el Dr. Hugo Neffen -alergólogo e inmunólogo clínico- se refirió a esta problemática, “el aire primaveral genera alegría, pero a los pacientes alérgicos, fundamentalmente a los pólenes, se les reactivan los síntomas, les afecta la calidad de vida y eso no es nada alegre”, explicó.
En Santa Fe, los pólenes son responsables de muchas consultas estacionales, aunque los ácaros y los hongos siguen siendo alérgenos permanentes durante todo el año. “Cuando llega esta etapa, los pacientes que están en tratamientos preventivos lo refuerzan, y quienes no lo están recurren a clínicos, pediatras o directamente a la farmacia en busca de medicamentos”, indicó Neffen.
El especialista enfatizó que “los antihistamínicos orales y los sprays nasales con corticoides son los más recomendados porque ayudan a controlar los síntomas sin generar dependencia”.
Consecuencias y tratamientos
Las alergias más frecuentes en primavera son las rinitis, que se presentan con “bloqueo nasal, secreción acuosa, picazón y estornudos, y en el 50% de los casos, síntomas de conjuntivitis”, detalló el Dr. Neffen. En esta línea, comentó que un estudio epidemiológico realizado recientemente en Argentina, evidenció que estas afecciones “afectan al 22% de la población, es decir, a unos 10 millones de personas”.
Aunque no se trata de una enfermedad letal, Neffen subrayó que “sí afecta la calidad de vida, fundamentalmente en los casos moderados a severos”. Por eso, cuando los síntomas persisten y alteran el sueño o la vida cotidiana, lo recomendable es acudir al especialista.
El médico recordó que también se deben extremar precauciones ante las picaduras de insectos en primavera: “Las abejas, avispas y hormigas pueden producir reacciones alérgicas graves, que incluso ponen en riesgo la vida si no se diagnostican y previenen a tiempo”.
Prevención y cuidados en el hogar
Las medidas de higiene y el cuidado ambiental resultan claves para disminuir los riesgos. Ventilar los ambientes, limpiar con trapo húmedo, evitar acumulación de polvo y no usar insecticidas o aerosoles son parte de las recomendaciones. “No hay productos que eliminen los ácaros; lo mejor es el sol, ventilar colchones, almohadas y ropa de cama”, sostuvo Neffen.
Además, remarcó que “la contaminación y el cambio climático están incrementando las enfermedades alérgicas, porque prolongan los períodos de polinización y aumentan la presencia de hongos y ácaros”.
Finalmente, el especialista se dirigió a las personas que atraviesan estos padecimientos: “No se resignen a convivir con la incapacidad que producen las alergias. Hay medicamentos que ayudan a controlar los síntomas y, en casos más severos, tratamientos específicos para desensibilizar al alergeno ofensor”, concluyó Neffen.
Escucha la nota completa:
